viernes, 1 de mayo de 2020

¿QUIÉNES ERAN LOS AEDOS?


En la antigua Grecia los aedos eran profesionales que servían a la comunidad recitando poemas e historias de forma oral en banquetes privados o en las festividades de pueblos y ciudades. Los temas que interpretaban los aedos dependían del gusto  del público o de las apetencias de los oyentes que los habían contratado. Algo parecido a los juglares medievales. Y la longitud de sus recitales se alargaba o se acortaba según utilizaran epítetos, insertaran tramas distintas dentro del esquema general o recurrieran a otras formas literarias con las que adornarlas. Eran unos verdaderos tejedores de historias. A esta técnica se la llama “formular” y gracias a ella el aedo no tenía porque memorizarse siempre lo mismo sino solo el esquema general y después improvisar sobre la marcha cuando hiciera falta. Estos tejedores de cantos eran muy apreciados en Grecia y es por eso que incluso Homero los incluyó en la Odisea (otro poema oral) como por ejemplo al aedo Femio, que habitaba en el palacio de Ulises, o de Demódoco que trenzaba sus historias en la corte de los feacios.