martes, 25 de febrero de 2025

BREVE HISTORIA DEL EJÉRCITO ISRAELÍ - Julio Sandoval Márquez

 

El 7 de Octubre de 2023 el mundo asistió sobrecogido, a través de los medios de comunicación, al ataque perpetrado por la organización palestina de Hamas contra el Estado Israelí en el que además de las muertes fueron tomadas como rehenes cientos de personas. Obviamente Israel respondió a dicho ataque y a día de hoy el conflicto entre palestinos e israelíes sigue abierto y de momento sin visos de arreglarse entre tanta muerte y destrucción. De la misma manera en los mismos medios de comunicación, por lo menos desde la óptica occidental, hemos visto a los corresponsales de televisión y prensa mostrarnos imágenes de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF o FDI en castellano) avanzando con su equipo ligero y pesado por las tierras de Gaza, Cisjordania o Líbano, y a muchos ciudadanos les ha asaltado la pregunta de cómo es ese ejército, cuál es su historia, cómo se prepara y sus características internas o su armamento, así que es oportuno que para resolverles estas dudas y otras me permita presentarles el libro de Julio Sandoval Márquez titulado Breve Historia del Ejercito Israelí: Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), publicado por Nowtilus en su sección Breve Historia de los Ejércitos.

El autor se remonta en principio y como no puede ser de otra manera desde sus orígenes hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, 1848 en concreto, pues este joven ejercito de esta joven nación no surgió de la noche a la mañana. Hemos de buscar su inicio en las sucesivas migraciones que realizó el pueblo judío desde el siglo XIX hacia la palestina otomana y la creación de asentamientos en sus distintas aliyah (o migraciones). Tras organizar dichos asentamientos comenzaron a surgir fricciones con otros pueblos ya asentados en el territorio y por eso fue necesario que un grupo de defensa patrullara para resolverlo. Es aquí donde nace el Hashomer y otros grupos de índole paramilitar. Su influencia en la zona produjo que fueran alistados en distintos bandos en la Primera Guerra Mundial destacando por ejemplo en la zona británica la llamada Legión Judía o los cuerpos especiales como Haganá o Palmaj. Durante la Segunda Guerra Mundial destacaría la  Agrupación de Infantería de la Brigada Judía cuya formación militar integrada en el ejército británico fue creada en 1944 destacando su lucha en distintos lugares como por ejemplo Grecia.

Toda esta especialización y este continuo batallar dio como resultado que el 26 de Mayo de 1948, tras la Declaración de Independencia del Estado de Israel se creara lo que conocemos como las Fuerzas de Defensa de Israel en donde fueron integradas las unidades judías tanto del ejército británico como otras organizaciones que al final fueron absorbidas por este joven ejercito como fueron Irgún o Leji. Éste se fue modernizando con los años originándose unas unidades punteras, con un armamento bastante superior al de sus vecinos árabes y que resultaron cruciales en los subsiguientes conflictos que hubo en la zona como fueron la mítica Guerra de los Seis Días (1967), La Guerra de Desgaste (1967 – 1970), la Guerra del Yom Kippur (1973), las dos Guerras del Líbano (1982 – 1985, y 2006), las distintas Intifadas mantenidas con sus vecinos palestinos, o el actual conflicto todavía sin resolver y que vemos en los medios de comunicación.

En Breve Historia del Ejército Israelí el autor, Julio Sandoval Márquez, nos da una visión general del periplo de estas fuerzas de combate de forma cronológica, desde sus orígenes hasta nuestros días, de forma rigurosa, imparcial y critica a la vez, y además de este paseo histórico nos muestra como está formado, su organigrama y sus ramas militares, sus famosos servicios de inteligencia como es el Mossad, sus símbolos e incluso hasta sus himnos de combate. En verdad nos encontramos con un libro interesante que en verdad nos va a descubrir muchas claves de los que en estos momentos está ocurriendo en Oriente Próximo.

 

Julio Sandoval Márquez, Breve Historia del Ejército Israelí: Fuerzas de Defensa de Israel (IDF). Madrid, Nowtilus, 2025, 353 páginas.


domingo, 16 de febrero de 2025

TEMPLARIOS: RELIGIÓN, GUERRA Y POLÍTICA EN TIERRA SANTA - Eduardo R. Callaey

 

Non nobis Domine, non nobis Domine, sed nomine tuo da gloriam

Acerca de la Orden del Temple y en concreto de sus miembros los templarios, se han escrito no ríos sino auténticos océanos de tinta. De ellos disponemos gran copia de ensayos y novelas históricas o pseudohistóricas que nos hablan de su alzamiento y caída en el universo de ese choque de civilizaciones que hubo entre Oriente y Occidente llamado las cruzadas, de la importancia de sus freires en las provincias cristianas de Outremer, de su desastrado final a cargo de la codicia de reyes y papas y, derivado de ello, su influencia en las subsiguientes logias masónicas, restos milagrosos y míticos legados por la orden y todo una mezcolanza de pseudohistorias fantásticas que ha llegado hasta nosotros y que han dejado su huella en el imaginario colectivo del que nos nutrimos hoy en día (incluso en el videojuego Assassins Creed son los malos que quieren conquistar el mundo con saberes arcanos). Su figura, por desgracia, nos ha llegado distorsionada, acorazada de elementos que no le son originales, y, debido a esta situación, es por lo que les animo, para conocer la influencia de estos monjes guerreros,  a que lean este ensayo que nos lleva al mismísimo corazón del temple: Templarios: religión, guerra y política en Tierra Santa, de Eduardo R. Callaey (Nowtilus, 2025).

Para fijar las bases de su trabajo, el autor nos retrotrae al principio, al origen de la fundación de la Orden del Temple, también llamada “de los pobres soldados de Cristo” y que tenían como misión principal la defensa y custodia de los peregrinos que tras la toma de Jerusalén en 1099 iban desde Jaffa hasta la misma ciudad donde Cristo fue crucificado. A estos soldados de Dios el rey de Jerusalén Balduino II les concedió que pusieran su centro de operaciones en las antiguas mezquitas que se hallaban en el lugar donde había estado el Templo de Salomón (de ahí lo de templarios). A partir de este origen tan legendario el autor nos adentra en la historia de estos freires que tanto marcaron el devenir tanto de la historia de los Estados cruzados como de la Europa medieval, a través de la historia de sus Grandes Maestres desde Hugo de Payens (1070 – 1136) hasta el mitificado Jacques de Molay (1245 – 1314). Veremos cómo operaban los templarios en ambas esferas geográficas, como era las relaciones con sus aliados y sus enemigos (a veces difícil diferenciarlos) y como impactó su presencia en los reinos cristianos y en sus dirigentes. Y todo ello en un contexto de distintas cruzadas religiosas, grandes e inolvidables combates, batallas claves, argucias políticas y diplomáticas, y, porque no misterios y enigmas, además de ser narrado de forma asequible para que el lector se sienta atraído por un tema que tanta influencia ha tenido durante siglos.   

Templarios: religión, guerra y política en Tierra Santa, de Eduardo R. Callaey es un libro, un ensayo del mundo medieval bastante interesante, en el que los amantes de la órdenes religiosas, de las Cruzadas, y en concreto de los templarios en particular, van a encontrar una historia cronológica de aquellos guerreros, a través de sus Grandes Maestres, que con el valor de su espada y su fe crearon un mito eterno, todavía vivo en nuestros tiempos descreídos, pero que todavía maravilla a cualquiera que se acerque a él, y este libro, sin lugar a dudas es un buen peldaño para que nos acordemos de nuevo de aquellos pobres soldados de Cristo que crearon una organización legendaria que rozó la grandeza y que como Ícaro cayó en picado por la avaricia de los reyes y papas que les encumbraron en su momento, los utilizaron y que cuando creyeron que ya no eran necesarios los hundieron en lo ignominia… aunque en verdad erraron en sus pretensiones ya que el mito templario supo salir de la papelera del olvido y seguir siendo uno de los elementos claves de la Historia.

Eduardo R. Callaey, Templarios: religión, guerra y política en Tierra Santa. Madrid, Nowtilus, 2025, 350 páginas.


jueves, 30 de enero de 2025

LUISA CARLOTA DE BORBÓN. CRÓNICA DE UNA AMBICIÓN - Elena Ayuso

 

Al siglo XIX, a efectos históricos, se le ha etiquetado como el siglo largo. Y no es para menos ya que ¿qué país o región del planeta puede enorgullecerse de tener una centuria que comienza con una guerra de independencia, varios reinados y constituciones, pronunciamientos día sí y día también, una efímera república, alternancias políticas y que, además, culmine con el desmoronamiento de un imperio global? Pues si España durante todo el XIX tuvo, o sufrió, todas estas situaciones y más, y en ellas fueron muchas las figuras que participaron en ellas aunque algunas de forma más o menos sobresaliente. La que ahora les presento no es, para el público en general, de las más famosas (a no ser que conozcan la anécdota de las blancas manos que no ofenden) pero, casi desde las sombras, es de las que más han influido en el devenir de nuestra historia no solo pasada sino también actual. Se trata de Luisa Carlota de Borbón (1804-1844) y a pesar de haber tenido una vida breve en verdad sí supo dejar su huella en la primera mitad de ese siglo que se le motejado como largo.

Como ya he mencionado en el párrafo anterior Luisa Carlota es algo desconocida para el gran público por lo que es totalmente imperdible corregir ese olvido y para ello les recomiendo el siguiente ejemplar escrito por Elena Ayuso, titulado Luisa Carlota de Borbón. Crónica de una ambición (Nowtilus, 2025)  el cual tiene como misión poner negro sobre claro acerca de aquella que, desde detrás del trono, encauzó el curso de lo la Historia española y que, como nadie, supo desenvolverse en aquella sociedad del Romanticismo. Pero ¿quién era esta regia dama? Su nombre completo era Luisa Carlota Maria Isabella, nacida en Portici (1804) en el reino de Nápoles, hija de Francisco I de la Dos Sicilias y de María Isabel de España (hija de Carlos IV) y como se pude ver estaba destinada a ocupar una posición relevante entorno al trono hispano. En 1819 fue casada con el hermano de Fernando VII, Francisco de Paula, y desde que puso el pie en España tuvo gran ascendiente sobre el mismísimo rey con lo que pronto se convirtió en la enemiga acérrima del clan portugues, sobre todo de María Francisca de Braganza y Borbón, esposa de Carlos María Isidro, hermano de Fernando VII y que al ser de ideas tramontanas pronto chocó con los sentimientos liberales de aquella fogosa napolitana.

En un principio, mientras vivió la tercera esposa de Fernando VII, María Josefa Amalia de Sajonia, Luisa Carlota y su esposo estuvieron algo relegados en el Palacio Real pero al morirse la monarca, comenzó a revelarse su verdadera pasión: el poder. Pero la que parecía que iba a allanarle el camino, su hermana María Cristina de las Dos Sicilias (1806-1878), pronto se convirtió en otra piedra en el zapato para que su hijo Francisco de Asís pudiera casarse con la futura Isabel II y así poder enraizar de forma definitiva su ambición de reinar, aunque fuera como regente. Mientras tanto llegaba el encontronazo con su hermana, se produjo uno de los hechos fundamentales con la que, en verdad, sería recordada por la Historia y que fue la sonora bofetada que le dio al ministro  Calomarde (manos blancas no ofenden…) con respecto a la abolición de la Ley Sálica, en los incidentes de la Granja mientras agonizaba el mismísimo rey Fernando. Con lo cual defendió por un lado a la futura Isabel II y a la vez, como ya he indicado antes, su propia pasión por reinar, además de ser la artífice en la sombra de oponerse al partido carlista que se organizaría tras la muerte de Fernando VII y la regencia de María Cristina en los primeros.

Como ya indiqué antes Luisa Carlota creía que con su hermana iba a conseguir sus propósitos pero pronto todo derivó en una guerra entre ellas que tuvo como consecuencia el exilio a Francia en 1838 de la enorme familia (11 hijos más esposo) y que fue acogida su tío Luis Felipe I rey de Francia. Aun así no paró quieta y desde allí quiso mover los hilos para que su esposo fuera regente decano de los infantes reales, e incluso ya de regreso a España organizar un pronunciamiento fallido. El 29 de Enero de 1844 fallece de forma misteriosa en la calle Luna de Madrid sin llegar a ver su sueño cumplido: ver a su hijo casado como rey regente de Isabel II. Está enterrada en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial en el Panteón de Infantes, panteón que curiosamente fue erigido en tiempos de su regia sobrina.

El gran trabajo que nos ofrece Elena Ayuso presenta una semblanza no solo de la figura de Luisa Carlota sino también del tiempo que le tocó vivir. Por un lado nos enseña cómo era esta mujer tan adelantada a su tiempo, tanto que, a efectos de hoy en día, se la podría considerar una influencer con respecto a temas de moda, música, qué estaba de moda y que no, que peinado se debía llevar en los bailes y en los salones o incluso hasta que era lo más chic de la cocina de aquellos años románticos. Por otro lado nos muestra cómo era la época y costumbres de entonces además de los peligrosos que eran los rincones del Palacio Real en los que la ambición, la corrupción, las excentricidades o las ansias de poder estaban a la orden del día. Un quítate tú para ponerme yo. A lo que la autora también nos muestra una mujer que no era un simple florero sino todo un espíritu fogoso, defensor de las ideas liberales frente a las carlistas defendiendo a capa y espada de forma tenaz la idea de una España abierta, adelantada y cosmopolita en contra de las ideas oscuras de Carlos María Isidro. Pero el lector que quiera adentrarse en la lectura de este ensayo, y quiera además conocer la figura de Luisa Carlota, mujer influyente y sin pelos en la lengua, ha de saber que la autora no nos presenta una simple hagiografía de una dama sin tacha, sino que también saca a la luz  los defectos que ésta tenía como el de la ambición sin límites ya mencionada o el que muchas veces se creía más culta y lista frente a otros, y, debido a esto, el desdén poco medido hacia otras personas como por ejemplo su propio marido. De todas maneras, creo, que la pieza clave del ensayo de Elena Ayuso, Luisa Carlota de Borbón. Crónica de una ambición, es sacar a la luz una de las piezas claves de nuestra historia y desempolvar el papel único que tuvo en aquellos años en donde España se jugaba su futuro.

Elena Ayuso, Luisa Carlota de Borbón. Crónica de una ambición. Madrid, Nowtilus, 2025, 246 páginas.


jueves, 9 de enero de 2025

LA ARMADA DESCONOCIDA DE JORGE JUAN - Víctor San Juan

 

Uno de las zonas más famosas de Cádiz es sin duda el Barrio del Pópulo. Además de ser un sitio ideal para tapear, también es la zona más antigua de la Tacita de Plata y en ella, si olfateamos bien la Historia podemos encontrar una serie de placas que nos hablan de un personaje un tanto olvidado dentro de nuestra propia geografía. En este barrio se encuentra la Plaza de San Juan de Dios y junto a ella la calle Pelota que conduce directamente a otra Plaza, en concreto a la de la Catedral. Pero a mitad de camino, en medio de ese cordón umbilical, nos hemos de detener frente al conocido Arco del Pópulo y observar a mano derecha una placa que reza lo siguiente: Homenaje de la ciudad de Cádiz a Jorge Juan y Antonio de Ulloa en el CCL aniversario de su partida al Virreinato de Perú para la medición del grado del meridiano. Observamos dicha inscripción y en seguida se nos viene a la cabeza la siguiente pregunta: ¿Quién era el tal Jorge Juan y el susodicho Antonio Ulloa? A lo mejor a algunos les suena el nombre de éste primero y corran a la Wikipedia a buscarlo y a otros les venga a la mente aquellos billetes de las antiguas 1000 pesetas donde aparecía vestido con su traje de capitán de navío de la armada española junto con unos círculos y unas  líneas un tanto complejas. Pues bien este buen hombre, cuyo nombre completo era Jorge Juan y Santacilia (1713 – 1773) pertenecía a una generación de marinos ilustrados que debido a su valentía y conocimientos científicos supieron modernizar la marina española del siglo XVIII. Y, si además, añadimos que esa modernización fue gracias a una increíble labor de espía que realizó en Inglaterra, acumulando datos secretos para la monarquía española que deseaba modernizar su flota, hacen de la figura de este hombre una figura de primer orden para la historiografía hispana y mundial. Así que por un lado tenemos su dimensión de marino, científico, literato y aventurero, pero, como muy bien nos señala Víctor San Juan en su obra La armada desconocida de Jorge Juan (Nowtilus, 2024), tal vez esas dimensiones han ensombrecido el hecho puntual de su labor práctica como constructor naval.

Es por ello que este ensayo sea pertinente para centrar a nuestro marino como verdadero artífice de haber construido la columna vertebral de los navíos que compitieron en igualdad de condiciones con los mitificados ingleses y franceses. Ensenada, hacia mediados del siglo XVIII, se dio cuenta del estado lamentable en que se encontraba la flota española a la vez que observaba como, por ejemplo, el enemigo inglés generaba en sus astilleros, en masa, navíos de primera línea, marineros eficientes y precisa artillería frente a los pocos y anticuados barcos que nosotros botábamos y que rápidamente eran cañoneados y hundidos al batallar contra barcos enemigos. Así pues el todopoderoso ministro encargó a Jorge Juan construir una escuadra moderna para Fernando VI y para ello delegó al  susodicho la misión de arrebatar los secretos de las técnicas de construcción de barcos a los ingleses, muy al estilo James Bond, y aplicar esos avances en beneficio propio. Y es aquí donde observamos sin lugar a dudas la dimensión práctica de Jorge Juan como constructor de barcos de la Armada española y como durante medio siglo éstos compitieron de tú a tú con cualquier enemigo.

He aquí el quiz de la cuestión en lo que respecta al trabajo de este libro: reconocer el papel esencial de Jorge Juan como iniciador de la revolución de los navíos españoles, únicos en su diseño, construidos entre 1751 y 1769, y que dicha labor estuvo algo ensombrecida por la labor, también admirable, del almirante Gaztañeta o la del maestro francés Gautier. Nos asombraremos con auténticas catedrales del mar como el Septentrión, Glorioso, Velasco, Princesa o el gigantesco Santísima Trinidad. Junto a batallas increíbles, penol a penol, como las de Cartagena de Indias, Tolón, u otras no tan buenas para la armada española (aunque igual de míticas) como la de San Vicente en 1707 o Trafalgar en 1808, o el interesante análisis de cómo fueron confeccionados esos navíos,  vibraremos con la épica de estos buques que en su germen fueron creados por el (ahora) desconocido Jorge Juan pero que en aquellos años fueron buques insignias de una escuadra española que luchaba por volver a reinar en los mares.

Buena singladura y buena lectura.

Víctor San Juan, La armada desconocida de Jorge Juan. Madrid, Nowtilus, 2024, 277 páginas.