Un mandil es
esencialmente un trozo de tela que se pone por la cabeza y que sirve para
proteger el cuerpo a la vez que evita que la ropa se manche con algún líquido o
trozo de comida. Como se puede ver es uno de los inventos más simples y
sencillos que existen. Pero ¿sabías que
existe otro tipo de mandil que salvó la vida a cientos de personas? La Cruz Roja fue
creada por Henry Dunant en 1863 tras observar horrorizado el campo de batalla
de Solferino (1859) y cinco años después, a raíz de ello, esta organización se
implantó en España gracias al médico experto en sanidad militar Nicasio Landa y de Joaquín Agulló, conde de Ripalda.
El primero de ellos se dio cuenta de que en muchas ocasiones era bastante problemático
transportar a los heridos a los puestos de socorro o a un hospital cercano ya
que algunas veces éstos se encontraban en lugares geográficos de difícil acceso
como por ejemplo bosques o montañas. Así pues Nicasio Landa inventó un tipo de transporte alternativo que ayudara a los
enfermeros a transportar a los heridos. Se trataba de un trozo de tela grande
que se ataba a la parte delantera del enfermero mediante unas correas y
simplemente se agregaba una estructura de madera en la base, la cual era a la
vez sostenida por otro asistente a modo de camilla para que el herido se
instalara en el centro. Y aunque este invento a simple vista es algo primitivo,
ya que incluso muchas veces al paciente le arrastraban las piernas, hay que
reconocer que salvó muchas vidas que en otras ocasiones se hubieran perdido. En
verdad, nos encontramos con un ingenio made
in Spain de lo más práctico y humanitario.
miércoles, 31 de julio de 2019
domingo, 28 de julio de 2019
LAS ENSAIMADAS LLEGAN A MADRID
Solo hay que
acudir al aeropuerto para saber de dónde proviene una persona. Y no solo por
los televisores sino por los regalos que traen. Si observamos a la gente que
viene de Mallorca muchos de ellos portan una serie de cajas en las que dentro
hay ricas ensaimadas ya sean las clásicas o que tengan algún relleno especial.
Este producto es uno de los más típicos de Mallorca y son elaboradas con una
deliciosa manteca de cerdo que en catalán mallorquín se dice saïm. Este dulce local ya existía en el
siglo XVII, pero a la capital de España, Madrid, llegó en el siglo XIX cuando los
empresarios Balaguer, Coll y Ripoll abrieron una tienda de productos típicos de
las Islas Baleares en la calle Jacometrezo. Y tan bien les fueron las ventas
que en 1894 decidieron trasladarse a la Puerta del Sol y adquirir el local de
Antonio Garín conocido como La Mallorquina. Local que todavía sigue
existiendo y que les animo a visitar por su alta calidad de sus productos.
Desde entonces los madrileños que deseaban probar una buena ensaimada acudían a
este local para tomarlo o bien con café o mojado con chocolate. Allí iban, y siguen
yendo, no solo personas anónimas sino también grandes celebridades como por
ejemplo los políticos Francisco Silvela o Raimundo Fernández Villaverde.
sábado, 27 de julio de 2019
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA EN 100 PREGUNTAS - Ignacio Fernández Sarasola
La constitución es el alma de los Estados.
(Isocrates)
Es obvio que de
aquí a un tiempo la política, por lo menos la española, se ha complicado
bastante. En tiempos en los que predominaba el bipartidismo al estilo de aquellas
facciones decimonónicas de progresistas y conservadores, parecía que la
reciente democracia iba encarrillada hacia una política “tranquila”. Pero con
la irrupción de nuevos partidos políticos el ciudadano medio se da cuenta que los
políticos de nueva hornada son incapaces de llegar a ningún acuerdo, gritándose día sí y día también y no parando,
incluso, de llenarse la boca al invocar la palabra constitución con la única intención de modificarla a su criterio
personal. Es por ello que la Constitución Española, aquella que tanto
celebramos en 1978 se ha convertido en una especie de arma arrojadiza, que, curiosamente,
muchos de nuestros nuevos políticos solo invocan sin conocerla profundamente,
tanto su contenido como su historia. Así pues, para que tanto ellos como
nosotros comprendamos y profundicemos en su contenido y en su devenir les
invito a leer el libro La Constitución
Española en 100 preguntas, escrito por el doctor en Derecho Ignacio
Fernández Sarasola y editado por Nowtilus.
El conocimiento
no solo da sabiduría, sino también poder… en este caso poder para conocer de forma
sensata acerca de qué nos están hablando sin que nos consideren unos
ignorantes. La actual Constitución española no es un libro cerrado o un tótem solo
accesible a cuatro sabios, sino que es una herramienta necesaria para que
funcione nuestra perfecta/imperfecta democracia. El autor divide este ensayo en
varios bloques para que el lector medio comprenda de forma amena y rigurosa
como está constituida y cuáles han sido sus influencias históricas más
cercanas. En un primer bloque, Sarasola establece una sencilla base al dejarnos
claro qué es una constitución y su configuración, para pasar a continuación a
establecer una historiografía de otras constituciones anteriores, y cuáles han
sido las influencias, americanas o francesas, por ejemplo, que tiene la actual.
Además lo adereza con preguntas y respuestas acerca de qué títulos se pueden
reformar y cuáles no (tema muy controvertido en la actualidad) y si fuera
posible cómo hacerlo.
En un segundo
bloque entramos en el campo del Título Preliminar de la Constitución como son
por ejemplo los símbolos oficiales que establece, acerca de nuestro idioma,
lenguas o dialectos, que tipo de monarquía es la que se establece y en como el
poder recae en el pueblo. Tras estos preámbulos esenciales, las preguntas
esenciales en las que se centra el autor son como la Constitución aborda temas
tan candentes como la organización territorial de nuestro país en Comunidades Autónomas,
como se articulan las Cortes y sus cámaras, ya sean la alta o la baja, el
número de senadores y diputados, las votaciones y, muy importante, como se
articulan el Gobierno y la Corona y como se deben armonizar para gobernar
España. Capítulos también importantes son los que nos hablan de los derechos y
deberes que amparan a los españoles y que están recogidos en la Constitución,
ya sean los civiles, políticos o sociales. Y, terminando, en su capítulo final
el autor nos pregunta cuáles son las garantías que ofrece nuestra Constitución
y como ésta nos defiende y se auto defiende a sí misma (aquí destaca la
exposición muy bien razonada acerca del problema catalán que nos afecta hoy día
al ser uno de los mayores retos a los que se ha enfrentado la historia reciente
de nuestra democracia).
La Constitución Española en 100 preguntas,
de Ignacio Fernández Sarasola es un trabajo de alta factura que tras su lectura
nos hace comprender puntos clave de nuestra Constitución y, de forma amena, nos
hace comprender como está configurada, y a raíz de ello ver como se configura
el Estado español, su organización territorial y cuáles son los derechos y deberes
que arropan tanto a los ciudadanos como a sus representantes en las Cortes. Un
libro que vale la pena leer y tener de cabecera con la intención, sobre todo,
de comprender del todo de qué nos hablan aquellos a los que hemos dado trabajo
gracias a nuestros votos.
jueves, 11 de julio de 2019
BREVE HISTORIA DE ESPAÑA, I. LAS RAÍCES. BREVE HISTORIA DE ESPAÑA, II. EL CAMINO HACIA LA MODERNIDAD – Luis E. Íñigo Fernández
Iberia se parece a una piel de toro, tendida
en sentido de su longitud de Occidente a Oriente, de modo que la parte
delantera mire a Oriente y en sentido de su anchura del septentrión al Mediodía (Estrabón)
¿España o las Españas?, ¿centralismo o
plurinacionalismo?, ¿conquista, reconquista o sometimiento?... muchas son las
preguntas que actualmente se hacen los españoles de a pie y que con el ambiente
caldeado de la política actual están, hoy como nunca, en el candelero.
Demuestran por tanto que el ciudadano medio sufre una grave desinformación que desemboca
inevitablemente en una fuerte crisis de identidad patria. Debido a la
información contradictoria de los planes de educación en las diversas regiones
de España, y a las encendidas arengas de algunos políticos oportunistas que
escuchamos y leemos en los medios de comunicación, produce que en estos
momentos una gran parte de los españoles tengan dudas sobre su historia y
cuáles fueron sus orígenes, desarrollo y el futuro que espera a esta vieja piel
de toro. Es por ello que siempre es bienvenido a nuestros ojos y a nuestras estanterías
libros como el que ahora les traigo: Breve
Historia de España I: Las Raíces, y Breve
Historia de España II: El Camino Hacia la Modernidad, ambos escritos por el
historiador Luis E. Íñigo Fernández, que nos hará sentar las bases con las que
comprender la gran gesta en que ha consistido nuestra historia a lo largo de
los siglos.
Explicar la
Historia de España de manera sencilla no es fácil. En su devenir a través de
los siglos hemos tenido nuestras luces y nuestras sombras. Páginas maravillosas
y épicas se encaran con otras que debido a su crudeza, irracionalidad y dolor
harían sonrojar al más purista en la materia. Pero aun así, la historia de esta
península es gigantesca y emocionante, frenética como una novela, y llena de
vericuetos que la hacen la preferida del la misma Clío. Así que por ello hay
que felicitar al autor, por haber concentrado en estos dos ensayos las partes
esenciales nuestra odisea colectiva, desde que España no era España hasta el
fenecer del rey Carlos II (en el primer tomo), y los últimos tres siglos que
abarcan desde el siglo de los proyectos, es decir el XVIII, hasta hoy mismo en
la que España se encuentra en una grave crisis constitucional propiciada por
los recientes movimientos independentistas de Cataluña (segundo tomo). Como se
puede ver una aventura de lo más impresionante. Y todo ello contado de una
forma sintética y didáctica que hará que el español medio y cualquier entendido
en la materia pueda disfrutar de principio a fin.
Pero pasamos al
primer libro. Breve Historia de España I:
Las Raíces. La Península Ibérica atesora una de las historias de la
humanidad más viejas del planeta. Tanto que incluso Luis E. Íñigo Fernández la
remonta a, como bien nos informa él, cuando España todavía era un proyecto
lejano sin nombre, es decir cuando no existía y estaban empezando a
establecerse en élla sus primeros moradores a lo largo de su geografía como por
ejemplo en Atapuerca. Nos asombraremos al ver cómo vivían y convivían neandertales
y homos sapiens, su riqueza pictórica, como la de Altamira, y sus habilidades
fabriles. Pasados los siglos, unas naves allende el Este llegaron a nuestras
costas, a Cádiz más exactamente, y con ella se abre una nueva etapa. Eran los
fenicios quienes traían la cultura y el comercio de oriente y quienes se
encontraron con los habitantes y pueblos de Iberia los cuales comenzaron a
engarzarse en una historia colectiva mediterránea. De igual manera, por otros
medios y lugares griegos y celtas también llegaron y dejaron aquí su poso de
civilización. Tiempo después los
herederos de aquellos peculiares comerciantes, los cartagineses, con generales
tan famosos como Asdrúbal o Aníbal siguieron interesándose por esta zona del mundo
y sus riquezas minerales lo que provocó de rebote que una nueva civilización
emergente, la romana, chocara con ellos para su desgracia ya que al final
fueron derrotados por ellos. Iberia pasaba a manos de un nuevo amo, Roma, y con
ella traería una cultura que hoy día, queramos o no, sigue vigente en nuestro
día a día. Su lengua, su logística e ingeniería se sigue usando. ¿Qué aportaron los romanos? Se preguntaron
los Monty Python, y en nuestro caso podríamos decir que de todo, desde el
derecho hasta la forma de escribir… infinidad de cosas que todavía les debemos
agradecer.
Tras su caída en
el 476, sus descendientes en Spania,
es decir los hispanorromanos y los visigodos, siguieron ocupando este solar…
hasta el 711 d. C cuando la invasión musulmana acabó con su mundo. Tras una
rápida razia ocuparon casi toda la península menos una parte del Norte. Craso
error, porque de ella nacerían los reinos cristianos que a lo largo de los
siglos lucharían contra la media luna. En esta parte asistiremos al proceso de
islamización y su posterior reconquista en donde cientos de gestas y reyes
lucharan hasta la misma caída del reino de Granada en 1492. Los llamados Reyes Católicos
asistirán a la caída del estandarte ismaelita e inauguraran un nuevo proceso en
donde la expansión, en un principio será la clave inicial para configurar lo
que llamamos el Imperio español, en la que unos valientes españoles llevaran
nuestra cultura al continente americano y a distintos enclaves mundiales
forjando la leyenda de que España era un imperio donde nunca se ponía el sol. Y
al frente de este mito se encuentra la dinastía de los Austrias, desde Carlos I
hasta el Rey Hechizado, Carlos II, que con sus luces y sombras supo deslumbrar
al mundo con la fuerza de sus tercios, la brillantez de su pluma y el poderío del
primer imperio mundial.
En el segundo
libro, Breve Historia de España II: El
Camino Hacia la Modernidad, el autor continúa esta odisea hispana desde el
mismo siglo XVIII en el que una nueva dinastía toma las riendas del poder en
España: los Borbones. Como bien he indicado antes, estos gobernantes traen una
regeneración nunca vista en estos pagos, y un buen número de proyectos que poco
a poco nos irán acercando a otros lugares de Europa. Reyes como Felipe V o
Carlos III, éste plenamente ilustrado, influenciado por ministros italianos
como Esquilache o profundamente inspirados por las ideas de más allá de
nuestras fronteras como Floridablanca o Campomanes, darán una nueva dimensión a
nuestros país, aunque cuando este avanzaba por el buen camino, a pesar de
hacerlo tímidamente, nos sumergimos en la desdichada Guerra de la Independencia
(1808-1814) en la que en cruentas guerras, muchas de ellas épicas, conseguimos
nuestra independencia frente a la ocupación francesa de Napoleón. Pero lo que
parecía un final salvador no lo fue tanto porque los españoles caímos de la sartén
al fuego. Un nuevo rey Borbón, Fernando VII sumergió a España en una época
absolutista y negra en la que muchos intelectuales tuvieron que emigrar por
miedo a caer bajo el fuego de un pelotón de fusilamiento.
El siglo XIX
también es llamado El Largo porque en
aquellos cien años se sucedieron numerosos y vertiginosos episodios en toda
Europa, y España no iba a ser menos: Tras la muerte de el rey Felón, la sucedió
Isabel II y de su elección los españoles nos enfrentamos a la guerra civil
carlista a la que seguirían otras dos más que sembraría nuestra tierra de
sangre hermana. Tras la expulsión de esta soberana se suceden los eventos
políticos a gran velocidad: el general Prim propicia el mini reinado de Amadeo
de Saboya para, después, pasar a la I República tras su abdicación y, a continuación, a ritmo de pronunciamiento
(música de fondo esencial para comprender nuestro siglo decimonónico) sumergirnos
en la llamada época de la Restauración en la que Alfonso XII, otro Borbón,
vuelve a reinar. Y así nos adentramos en el siglo XX. El primer tercio estaría
ocupado por el reinado del hijo del anterior, Alfonso XIII, en la que la
dictadura de Primo de Rivera o los disgustos de la nefasta guerra del norte de
África propician que con el tiempo el pueblo decida expulsarlo e instaurar la
II República. El pueblo vuelve a tener el poder en sus manos, pero será de
forma breve ya que en 1936 un general reaccionario llamado Francisco Franco
propicia un golpe de estado y sumerge a la nación en su etapa más negra de la
Historia contemporánea: la Guerra Civil (1936 – 1939). Para a continuación
vivir en blanco y negro cuarenta años de Dictadura. Tras su muerte en 1975
España vuelve a vivir la experiencia democrática, con sus luces y con sus
sombras, hasta el día de hoy en el que nos encontramos en una nueva encrucijada
histórica.
A vuela pluma,
estos son solamente algunos datos esenciales de nuestra Historia. Adobados o
pegados a ellos hay cientos y miles de datos igualmente increíbles que vale la
pena de leer y reflexionar pues de éstos son los que están forjadas las bases de
lo que somos hoy en día. Estas dos Breve Historia, actualmente remasterizadas y
actualizadas, a todo color (como debe ser) en una nueva edición, han de ser
ejemplares que nos sirvan de pilares básicos para comprender lo que es España,
la gran gesta que ha vivido, y compendio para comprender la Historia de un país
que vale la pena vivir.
domingo, 7 de julio de 2019
MOMIAS - José Miguel Parra Ortiz
La muerte no es más que el portal a una nueva vida (La Momia, 1932)
Entrar en un
museo arqueológico, en concreto en la sección egipcia, es penetrar en un mundo
donde la Muerte ha quedado en suspenso. Es un logro que pocas civilizaciones de
la Historia han conseguido: congelar el paso del Tiempo mediante una acción
humana. Normalmente estas salas están tenuemente iluminadas, para darles mayor
emotividad, y en ellas lo que más sorprende al visitante son unos cuerpos
alargados, más conocidos como momias.
Estas figuras resecas, fajadas en prietas vendas color ocre, parecen mantener
un pulso con el Más Allá, resistiéndose a abandonarnos contra toda lógica pues
con sus cientos de años ya deberían haberse diluido en polvo abocado al olvido.
Entonces… ¿cuál es el milagro que ha permitido que estos cuerpos no se hayan
convertido en mero tributo diario de la Dama de la Guadaña?
Para responder a
esta pregunta, hemos de buscar la respuesta en el mismo nombre por el que hoy
conocemos a estas reliquias. Empecemos diciendo que su título original era sah y que ya fue en época grecorromana
cuando se las comenzó a llamar de manera distinta. Fue el polígrafo romano
Plinio el Viejo quien primeramente dio a conocer a sus conciudadanos un
producto exótico, líquido, grumoso y negro, recogido en la zona de Persia, muy
parecido a nuestro betún, que los habitantes de la zona llamaban mumia. Tiempo después otros eruditos
como Dioscorides o el árabe Avicena fueron quienes alabaron las peculiaridades
de este producto como excelente para la salud y para atajar cualquier dolencia.
Pronto se hizo famoso en Europa y empezó a importarse desde Persia y Egipto un
número considerable de toneladas de mumia, pero cuando comenzó a escasear este
líquido los avispados comerciantes principiaron a vender aquellos cuerpos
amortajados (sah) pues sabían que estaban embadurnados de aquel betún. Fue en
aquel momento cuando se les bautizó como Momias.
Actualmente
existe un gran desconocimiento sobre el mundo de las momias entre el público
profano en relación con cualquier tema egipcio. Es por ello que hoy en día
aquellos recipientes de inmortalidad se hayan convertido en meros clichés de
una civilización, junto con las pirámides y la perilla de los faraones (y si no
vean el último video musical de Kate Perry “Black Horse”) o un divertimento de
comedias baratas en donde las vendas son utilizadas como papel de water. Así
pues, para evitar este desconocimiento les recomiendo la excelente obra del egiptólogo
José Miguel Parra Ortiz Momias, editada
por Crítica en 2010. Nada más abrir este ensayo nos encontramos con que estamos
en buenas manos, y que nuestro cicerone particular es todo un experto en todo
lo relacionado con el Antiguo Egipto. Nacido en Madrid en 1968, es doctor en
Historia Antigua por la Universidad Complutense, y especialista en el Reino
Antiguo, trabajando no solo de manera académica tras la mesa de un despacho,
sino también en la misma Tierra de Faraones excavando en distintas tumbas.
Entre sus obras destacan títulos como Los
constructores de la grandes pirámides (1998), Cuentos egipcios (1998), Las
pirámides. Historia, mito y realidad (2001); La vida amorosa en el antiguo Egipto (2001); Gentes del Nilo (2003); o por ejemplo Historia de Egipto. Sociedad, economía y política (2009).
En este ensayo
nos explica cuál fue el origen de este ritual mortuorio basado en la triada
vida/muerte/resurrección, y por qué los egipcios eligieron esta forma de
enterramiento sobre otros existentes. Fue el calor y la sequedad del terreno lo
que en verdad inclinó a estos Hijos del Nilo a sepultar a sus muertos de esta
manera para que el ba (alma) y el ka (energía) del difunto llegaran en
perfecta unión ante el trono de Osiris. José Miguel Parra Ortiz también nos
habla sobre el proceso de momificación, la extracción de órganos para
depositarlos en bellos vasos canopos, y como se desarrollaba todo el proceso en
La Casa de la Muerte. Fajar el cadáver con prietas vendas y sellar los amuletos
de vida con natrón no era solamente un ritual de ricos, sino que también los
pobres se beneficiaban de ello. La cultura de la muerte impregnaba todos los
estamentos. Este libro, Momias, nos
enseña que este proceso es esencial para desentrañar y conocer en profundidad
todo el mundo egipcio y su esencia más escondida. A través de un tono erudito,
a la par que divulgativo, Parra Ortiz nos descubre las curiosidades que existen
alrededor de las momias y recorre todo el Valle del Nilo para hablarnos sobre
los enterramientos que se hacían en las pirámides, qué tipo de sepulturas
había, si eran ricas o pobres, cómo la arqueología moderna aplicada a la
investigación sobre las momias nos revela el tipo de enfermedades que existían
y el modo de vida que había tenido el finado, o el apasionante mundo de los
saqueadores de tumbas y como se jugaban el tipo por arrancar unos amuletos y
joyas para dar de comer a sus familias.
Abrir las
paginas de este libro, debido a lo ameno de su lectura, es como tener una
conversación con un amigo, pues a cada momento te sorprende con información
precisa y peculiar sobre el mundo de las momias, quitándole falsas leyendas al
tema y aportando reveladoras historias sobre como estos millones de cuerpos vivieron y sobrevivieron a la caída de
Egipto, cuáles fueron sus peripecias en la Edad Media, y como han sido
descubiertas en la actualidad. Un paseo fascinante por la antesala del Más Allá
que, en verdad, van a disfrutar de principio a fin.
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