sábado, 3 de octubre de 2020

LAS ACTA DIURNA… TAL VEZ EL PRIMER PERIÓDICO DE LA HISTORIA

 

Para el buen funcionamiento de una república o un imperio como el romano no solo era necesario tener un buen gobierno o unos intrépidos soldados. También era imprescindible constar con una buena red de información y que los ciudadanos estuvieran al tanto de todo lo que ocurría en su entorno. Para ello se creó en la antigua República las llamadas Actas Diurna Populi Romani o las actas o noticias del día del pueblo romano. En un principio estas actas solo daban noticias de juicios o anuncios consulares pero con el tiempo éstas se fueron ampliando con otras noticias venidas de las provincias, lugares remotos del imperio, hazañas militares, el horóscopo, temas agrícolas o chismes sobre bodas y casamientos sobre todo entre la gente adinerada

Las actas estaban labradas en piedra, metal o escritas en materiales más manejables como el papiro. Esta última modalidad era hecha por amanuenses, muchas veces esclavos, de los patricios que a primera hora de la mañana, nada más colgarse las actas en el foro, en el mercado o en los cruces de caminos, es decir en lugares públicos, acudían a copiar su contenido para que sus señores pudieran leerlas tranquilamente en su mansión, mientras desayunaban, evitando tener así que relacionarse con el populacho. Al comienzo las actas solo estaban disponibles para cónsules y senadores, pero en el 69 a. C Julio César decidió que éstas debían ser públicas, para todo el mundo, aunque esto duró poco ya que su sucesor, Octavio Augusto, decidió que fueran más confidenciales. Aun así, la historia de las Acta Diurna sufrió muchos altos y bajos y unas veces eran censurados por el emperador de turno y otras veces no. Lo importante es que su pervivencia y publicación del que podríamos llegar a considerar como el primer periódico de la Historia llegó hasta Constantinopla.