Durante todos los años en los que gobernó Francisco Franco los destinos de España se hizo famosa la continencia urinaria que tenía el general. Sus ministros lo pasaban fatal, ya que durante los Consejos de Ministros que irremediablemente presidía el Jefe del Estado nadie se podía levantar siquiera para ir al cuarto de baño a “cambiarle el agua al canario”. Francisco Franco permanecía impertérrito sentado en su silla en estas reuniones semanales que solían durar más de cinco horas.
Sin embargo, a finales de los años 60 se produjo un hecho insólito. En 30 años de Régimen jamás había ocurrido algo así. Franco hizo un receso en el Consejo de Ministros porque tenía que ir al baño. Los ministros se miraron sorprendidos. ¿Qué estaba pasando? Ellos habían pasado en más de una ocasión malos momentos porque el general no se levantaba y, ese día, Franco se levantó.
Entre los ministros se miraban y comentaban la jugada. Parece una tontería, pero este hecho hacía ver que Franco se estaba haciendo mayor y que de su persona dependía la supervivencia del Régimen. Fue la primera prueba de que el Caudillo podía morir. Franco se estaba haciendo viejo. Por eso Manuel Fraga, ministro de Turismo, dijo “Hoy comienza el fin de nuestro Régimen”.
Importante hecho. Una meada que determinó el principio del fin.
Por: José Antonio
Por: José Antonio