lunes, 28 de enero de 2013

EL COLOSO DE RODAS



Esta considerada como una de las Siete Maravillas de la Antigüedad, en concreto la  sexta, y también la más efímera pues un terremoto acabó con ella en el 223 a.C cuando solo tenía 69 años. Aunque no se sabe con seguridad en que lugar de la isla estaba situado, (se especula que estaba a la entrada del puerto de Mandrakis con ambas piernas abiertas para permitir el paso de los barcos) ni que aspecto en concreto tenía, sí que existe la certeza de que conmemoraba la resistencia de los rodanios frente al asalto del macedonio Demócrito Poliorcetes en el 304 a.C.

Su constructor fue el escultor griego Cares de Lindos, el cual tardó doce años en terminarlo. Fue inaugurado en el 292 a.C y, aunque todavía existe polémica, seguramente se tratara de una gran escultura antropomórfica de bronce de 35 metros de altura, que representaría al dios Helios portando su antorcha que como un gran faro guiaba a los barcos hasta la bocana del puerto. La obra no duró mucho pues un terremoto borró de la faz de la tierra cualquier vestigio del coloso, pero no así la inmortalidad de su nombre. Tal es el poder de su leyenda que todavía en la actualidad sigue dando que hablar, pues por ejemplo en 1987 la marina mercante griega creyó encontrar el puño de la estatua, y aunque luego se demostró que solamente era una gran roca con forma caprichosa, eso hizo que se relanzase el turismo y la arqueología de la isla. Actualmente un par de ciervos custodian la entrada del puerto a la espera que un par de gigantescos brazos surjan del mar y vuelvan  alzarse en su puesto el gran Coloso de Rodas.