Nosotros los conocemos como osos de peluche, pero los anglosajones tienen otro nombre más peculiar para llamarlos: los Teddy Bear. Si son observadores verán que en concreto lo de Theddy es el diminutivo de Theodore, en particular del vigésimo sexto presidente de los Estados Unidos de América, Theodore Roosevelt. Pero ¿qué tiene que ver un osito de peluche, con el carismático presidente de la nación más poderosa del planeta? Permítanme que les explique. Corría el año 1902 cuando el gobernador de Mississippi, un tal Longinos, invitó al presidente a una cacería preparada con el único fin de matar a un oso. Después de varias horas corriendo por el campo, el famoso oso se puso a tiro, pero, vencido por los tiernos ojos del animal, el presidente prefirió no apretar el gatillo. Aun así, el oso no se libro de la muerte, pues se ordenó que lo sacrificaran lo más rápidamente posible ya que estaba malherido debido a los perros y caídas sufridas durante la persecución.
En aquella cacería había varios reporteros de diversos periódicos nacionales, que al ver el gesto caballeroso del presidente dieron buena cuenta de la noticia en los noticiarios dándole la máxima publicidad. En uno de aquellos periódicos un dibujante inmortalizó la escena bautizando al animal como Teddy Bear. Tanta repercusión tuvo que un fabricante de juguetes, Morris Michton, tuvo la idea de crear en serie un peluche al que le puso el famoso nombre de Teddy quedando así este nombre para la posteridad