Creo que adoptaré al Islam como mi religión
(Napoleón)
Sol, arena,
dunas engañosas, alucinaciones producidas por el calor y la falta de agua. La
nada. Eso es todo lo que superficialmente podemos encontrar en un desierto. A
cambio, ese vacío nos da a cambio una sensación interna de soledad muy intensa,
oasis encantadores, atardeceres rojizos y sobre todo, como diría Lawrence de
Arabia, un paisaje limpio. Pues, aunque parezca increíble, en aquel lugar tan
misterioso y alejado de la civilización surgió a mediados del siglo VII, cual
fuente límpida, una de las religiones monoteístas más influyentes de la
historia junto con el cristianismo y el judaísmo. De la mano de Mahoma, Sello
de Profetas, aparece una forma de pensamiento que con el tiempo evolucionó hasta
convertirse en un hito de la Historia Universal que hoy en día todavía influye
en más de 1300 millones de musulmanes. ¿Cómo fue posible que los discursos de
un caravanero de Arabia hayan llegado a ser tan importantes en todos los ámbitos
culturales? ¿Qué pasó para que esta nueva idea progresara tan rápidamente en un
mundo tan cambiante? A todas estas dudas sobre el origen, evolución e
importancia del Islam responde de manera magistral el escritor Ernest Yassine
Bendriss en su interesante obra: Breve
Historia del Islam, editado este año por Nowtilus.
Nuestro autor
nos propone un viaje a través de la historia del Islam en toda su globalidad
desde el comienzo, en las ardientes arenas que circunscribe los límites de la
Meca y Medina y todo el entramado social y político que existía en el mundo que
Mahoma habitó, hasta el equivocado universo fundamentalista que representa el
integrismo musulmán actual y que tantas catástrofes globales ha ocasionado en
distintas partes del planeta, aunque acabando finalmente con un rayo de
esperanza depositado en las manos de los jóvenes egipcios de la Primavera Árabe.
Muchos autores han escrito cientos de ensayos sobre el Islam pero centrándose
más específicamente en sus comienzos y sobre todo su expansionismo por el
Cercano Oriente, el Norte de África y Al Andalus para luego desdibujarse en sus
herederos posteriores en Asia. Pero Ernest Yassine Bendriss en cambio retoma
este ingente trabajo y nos enseña una nueva historia del Islam pero de una
manera globalizadora, es decir dando importancia a todas las épocas y facetas por
las que esta religión monoteísta ha pasado. Por lo tanto nos quedaremos
maravillas en sus orígenes allá por el 622 e incluso veremos sus cimientos en
aquella Arabia feliz o preislámica, conoceremos como aquel movimiento tuvo sus
momentos difíciles tras la muerte del Profeta y como se fue asentando en
diferentes facciones como por ejemplo los Omeyas y Abasies; asistiremos atónitos
a como, a la voz de almuecín, cientos de seguidores de Alá principiaron a
conquistar grandes territorios más allá de Arabia y como llegaron incluso a las
mismas puertas del Reino Franco, dejando atrás como joya de la corona la
belleza cultural de Al Andalus y su impresionante Córdoba califal. Pero el Islam
no solamente se expandió hacia el Oeste sino que en el Este encontraron
excelentes musulmanes como fueron los turcos, mamelucos e incluso los hijos del
caballo, es decir los mongoles. Los siglos fueron pasando y aquel mar de
creyentes no cesó sino que tuvo una nueva oportunidad de conquistar el mundo y ponerlo
a los pies del mismo Alá pues el Occidente cristiano estuvo a punto de sucumbir
ante los tres últimos imperios islámicos representados por La Sublime Puerta
otomana, los safávidas y los ricos mogoles.
Como se puede
observar el autor nos invita a contemplar toda una odisea de siglos en donde el
alfanje convivió en muchas ocasiones con la sabiduría práctica y arcana de un
pueblo en donde la ciencia a veces tuvo
que ir a caballo del estandarte de la Media Luna. Es por ello que Breve Historia del Islam es todo un
ejemplo de obra didáctica, muy esencial, destinada esencialmente al lector que
desea no solo comenzar a comprender el fantástico mundo de ricos califas y
legendarias ciudades de las mil y una noches sino también al apasionado que
desea conmoverse con una historia eterna, llena de ejemplos culturales
impresionantes y relatos que le harán comprender que el equivocado islamismo
destructor de hoy en día no tiene nada que ver con aquel otro mundo anterior en
el que los atardeceres se llenaban de olor de especia, mientras el aire se
inflamaba con el rezo coránico de la noche y la lectura de manuscritos
inmortales. Todo un paraíso histórico que nadie debe perderse.