jueves, 13 de marzo de 2014

LOS AMORES SECRETOS DE SHAKESPEARE



Entre 1592 y 1594, los teatros de Londres estuvieron cerrados debido a la peste. Ninguno podía abrir por miedo a que la peste afectara a los concurrentes a las obras pues muchas veces aquellos lugares eran algo estrechos y en algunos casos mal ventilados. Es por ello que muchos escritores, por miedo a arruinarse, se fueron a otras ciudades u otros países a escenificar sus obras. Pero este no fue el caso de Shakespeare que pacientemente espero a que se reabrieran los teatros practicando sus dotes no teatrales a través de la poesía. Uno de aquellas composiciones se llamaba Venus y Adonis (1593) y la otra La violación de Lucrecia. Ambos, curiosamente, dedicadas a la misma persona: lord Henry Wriothesley, tercer conde de Southampton, mecenas principal de muchos escritores de su época.

Muchos críticos literarios actuales creen que entre Shakespeare y el conde de Southampton hubo más que una amistad literaria. Se basan primeramente en el apasionamiento de los sonetos amorosos que escribió a su amigo, y, en segundo lugar, en la curiosa dedicatoria que puso en la edición no impresa de estos poemas en 1609, ya que estaban dirigidos a un tal W. H. Si se demostrara que esta dedicatoria no es casual se probarían muchos misterios existentes alrededor del Bardo de Avon como por ejemplo su supuesta bisexualidad, y las continuas referencias misóginas que aparecen en muchas de sus obras.