Si uno presta
atención a la película Los Miserables
(2012), dirigida por el oscarizado director Tom Hooper, se dará cuenta de que
en varias escenas aparece una especie de estatua gigante de un elefante a medio
construir. ¿Qué pinta esa enormidad en medio de París? Pues aunque no lo crean
la aparición de ese paquidermo tiene visos de realidad histórica. Según parece
en la década de 1780, antes de la caída de La Bastilla, los ingenieros reales
ya se estaban pensando en demoler esa fortaleza medieval que no pegaba nada en
una ciudad en continuo desarrollo y que además era muy costosa de mantener.
Cuando pasó la fiebre revolucionaria el lugar que ocupaba aquella muestra del
Antiguo Régimen estaba llena de cascotes debido a que había sido mandada
demolerla y nadie sabía muy bien que hacer con ellos. Napoleón, no queriendo
ver una plaza de la ciudad en ruinas pensó en erigir un gran elefante de bronce
en el centro mismo de la explanada para conmemorar sus futuras victorias
orientales, pero como no se produjeron al final el proyecto quedó en nada.
Solamente se construyó un modelo a tamaño natural en yeso que sería derribado
en 1846. Al final, se levantó una gran columna pero no para celebrar la
revolución de 1789 sino la de 1830.