La dichosa
Declaración de la Renta es sin lugar a dudas uno de los calvarios más grandes
que tienen que pasar la mayoría de los españoles una vez al año. Este impuesto
tan odiado ¿Cuándo empezó a cobrarse? Hemos de buscar su origen en la Segunda
República, en una ley promulgada en 1932. Entones se la llamó Contribución
General y fue idea del Ministro de Economía Jaime Carner el cual opinaba que
este impuesto nos igualaba con otras leyes parecidas habidas en Europa y nos
hacía más modernos y solidarios. Después de la Guerra Civil no fue abolida pero
quedó sin efecto hasta 1964 cuando Franco, ante las penurias económicas
derivadas de la dura posguerra, la hizo resucitar cambiándole el nombre por el
de Impuesto General. Las siglas IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas
Físicas) llegó en la década de los 70, y
a partir de 1996 sus beneficios fueron cedidos a las Comunidades Autónomas.