miércoles, 5 de noviembre de 2014

¡MENUDO FALLO!



Un error lo puede tener cualquiera, pero a veces existen fallos tan mayúsculos que es normal que al producirse un mandamás le eche a uno una buena charla. Pues esto mismo es lo que le paso a Dick Rowe, encargado de la sección de música popular del sello discográfico Decca Records. El día 1 de Enero de 1962, después de escuchar durante una hora a un grupo de jóvenes cantantes amateurs llamados The Beatles (¿les suena de algo?) acabó echándoles del estudio por considerar que su música nunca se iba a poner de moda y que tocaban bastante mal. Tiempo después, cuando el cuarteto de Liverpool se hizo más famoso que el propio Jesucristo, el jefe directo de Rowe le echó una bronca tan grande que estuvo a punto de arrojarlo por las escaleras de la discográfica. Pero como a veces cuando se cierra una puerta, Dios abre una ventana, este mismo hombre tuvo la suerte de patrocinar a otro grupo de música que con el tiempo también dio  algo que hablar: Los Rolling Stones. ¡Menos mal que esta vez no se le ocurrió rechazarlos!