Si uno se fija
bien en los péplum ambientados en la antigua Roma de vez en cuando podrán ver
que cerca de un cónsul, un general o un prefecto, aparece un personaje muy
peculiar que porta encima de su hombro una especie de haz de varas y que no se
aparta de su señor natural, haga sol o llueva. Pues bien esta persona ostentaba
el título de lictor y era el
encargado de preceder o escoltar a los altos magistrados, aquellos que tenían imperium (es decir poder de vida o
muerte). Pues bien, aquello que porta al hombro se llamaba fasces y consistían, como ya les he indicado en un hato de varas
que simbolizaban el poder del estado. Eso sí, si ese alto magistrado estaba
fuera de Roma, ese haz de varas mostraba también la cabeza de un hacha de verdugo
(o securis). Por tanto, y después de
leer esto, si alguna vez vuelven a ver una película de romanos y observan que
dentro de Roma aparece un lictor con unos faces hachados, podrán decir con
orgullo a sus amigos que eso es un error histórico. Y por cierto, muchos siglos
después estos fasces fueron adoptados como símbolo principal por Benito
Mussolini, y es por ello que a su movimiento político se le llamó fascista.