Sin duda alguna
los dulces más famosos en España durante las fiestas de Navidad son el turrón y
el mazapán. Guste o no, no hay bandeja que en esos entrañables días no esté
trufado de mazapanes. Pero ¿sabías cuál es su origen? En concreto tiene dos,
siendo uno más fantástico que el otro. Comencemos por el más realista: El mazapán,
ese dulce hecho base de almendras molidas y azúcar, fue introducido en España
por los árabes en el siglo VIII. Entonces eran meramente unas tortas planas
llamadas mantha-ban, que significa “rey
sentado”, en las que se podían ver impresa la imagen de un monarca sedente. Llama
la atención que en la actualidad en el escudo de la ciudad de Toledo aparezca
el mismo rey por duplicado, uno portando una espada y otro mostrando un cetro
de oro. Es por ello que este dulce, el mazapán sea uno de las señas de
identidad de esta bella ciudad castellana. Y ahora pasemos a la versión más fantástica
y popular. Cuenta la tradición que cuando los moros estaban a punto de tomar Toledo
unas monjas de San Clemente, viendo el hambre que estaba produciendo el asedio,
crearon una pasta con los únicos ingredientes que tenían a mano. Para ello
juntaron almendras crudas y azúcar amasándolo todo a base de golpes de maza
hasta conseguir una pasta con la que alimentar a los sitiados. A esta nueva
invención la llamaron “pan de maza”, y si damos la vuelta a esta denominación acabaremos
con el nombre actual de este dulce: mazapán.