Coincidiendo con
la Exposición Iberoamericana de Sevilla, celebrada entre 1929 y 1930, Correos decidió
emitir una serie de treinta dos sellos en los que aparecían el retrato de
Francisco de Goya, grabados de Los Caprichos y Los Disparates, y otros tres que
reproducían el famoso cuadro de La Maja Desnuda. Estos sellos empezaron a
venderse el 15 de Junio de 1930 pero aunque las ventas de los correspondientes
a La Maja desnuda habían superado con creces a los otros de la serie fueron
rápidamente censurados. Parece ser que este sello fue el primero de la Historia
en mostrar un desnudo femenino y que debido a ello la sociedad más conservadora
presionó al gobierno para que lo retirase y de esta manera “dejar de corromper
a los jóvenes”, quienes en aquellos tiempos, a falta de televisión e internet,
eran muy aficionados a la filatelia. Los periódicos como el ABC, el Heraldo de
Madrid o La Voz también pusieron el grito en el cielo alegando que esos sellos
mostraban “turgencias y morbideces”. Incluso los grupos de izquierdas no
perdieron la oportunidad de apuntarse un tanto e identificar la emisión de esos
sellos con la degeneración moral de Alfonso XIII.
El asunto estaba
tan candente que además se prohibió la entrada de La Maja en varios países,
como por ejemplo en Estados Unidos, donde la llamada Liga para la Supresión del
Vicio también presionó a su gobierno para que no se difundiera y por si alguno
ser colaba por sus fronteras los empleados de correos tenían permiso para
mutilar las partes indecentes. ¡Había que evitar que cualquier chaval americano
chupara un sello tan pornográfico! Y al final ¿qué fue de la maja escandalosa?
Pues que estuvo censurada y olvidada hasta los años 50 en donde ya, poco a
poco, se pudo emitir sin problemas aunque todavía hubiera países que siguieran prohibiéndolos durante un tiempo
por motivos morales.