miércoles, 3 de septiembre de 2014

A CADA UNO LO SUYO



El gran polígrafo Jean Jacques Rousseau (1712-78) cuenta que una vez una princesa oyó bajo el balcón de su palacio a la plebe gritando sin parar. Extrañada le preguntó a su sirvienta: “¿Qué sucede? ¿Por qué se lamentan?” A lo que la aludida respondió. “Porque tienen hambre y carecen de pan”. Acto seguido aquella princesa se acercó a la ventana y entre risas dijo: “¿No tienen pan? ¡Pues que coman pasteles!” Lo curioso de esta famosa frase es que la historia tradicionalmente se la ha atribuido a una persona de mayor rango que el que tenía la princesa pastelera: la reina Maria Antonieta. Y es que salvando el honor de esta regia mujer la frase no se la podemos imputar a la mujer de Luis XVI ya que cuando Rousseau escribió sobre ello en 1769, la futura reina de Francia todavía era archiduquesa de Austria.