Creemos que la
palabra Abracadabra es un vocablo
inventado por elegantes magos que solamente saben sacar conejos de sus
chisteras, pero en verdad su historia es algo más antigua. Para empezar no es
una palabra sacada de la nada pues en la antigüedad ya se utilizaba sobre todo
con fines medicinales. Los expertos en lenguas antiguas creen que su origen hay
que buscarlo en el lenguaje semítico, tal vez en el arameo, Avrah Kahdabra, yo creo como hablo, o en el hebreo
Aberah Kedabar, que viene a decir algo muy parecido a lo anterior iré creando conforme hablo. Pero por
desgracia su significado original se ha perdido. En cambio de lo que si tenemos
constancia es que la palabra Abracadabra aparece escrita por primera vez en un
tratado llamado Liber Medicinalis escrito
por el sabio Sereno Samónico, que vivió en la corte del emperador Septimio
Severo (193-211 D.C), o tal vez en el de Gordiano I (238 d.C) con el mismo
nombre de su hijo . Según este galeno, o galenos, se trataba de un remedio
eficaz para curar la fiebre. Para ello se escribía esta palabra en un papiro
virgen con letras griegas y se enrollaba alrededor del cuello del paciente para
que succionara la enfermedad. Pero no se podía escribir esta palabra de
cualquier manera. La forma idónea de hacerlo era la siguiente:
ABRACADABRA
ABRACADABR
ABRACADAB
ABRACADA
ABRACAD
ABRACA
ABRAC
ABRA
ABR
AB
A