A finales del
siglo XIX y principios del XX se produjo la Guerra de las Corrientes entre el
inventor y empresario estadounidense Thomas Alva Edison (1847 – 1931) y el científico
polaco Nikola Tesla (1856 – 1943). El primero defendía la corriente continua
mientras que el segundo luchaba porque se impusiera la corriente alterna, lo
que provocó que ambos (y sus patrocinadores) fueran enemigos irreconciliables.
En esta guerra valía todo, hasta denigrar al oponente, y en eso Edison era todo
un especialista. El 4 de Enero de 1903 hizo una de las demostraciones científicas
más truculentas de la Historia con el único fin de demostrar al público en
general el peligro de la corriente alterna. Dicho experimento consistía en
electrificar a una elefanta domestica llamada Topsy, que pertenecía al
Forepaugh Circus de Coney Island, con la
energía que defendía Tesla. Según parece esta elefanta ya había sido
sentenciada anteriormente a ser ahorcada debido a que había matado a tres
hombres, pero Edison se apropió del animal y lo utilizó para sus siniestros fines.
En primer lugar lo atiborraron con una buena cantidad de zanahorias rellenas de
cianuro y después le colocaron alrededor de su cuerpo un armazón al que le
administraron una corriente alterna de 6.600 voltios, con lo que claramente
murió en el acto. Como se puede ver toda una salvajada. En 2003 se inauguró un
monumento en honor de la elefanta Topsy en el Coney Island Museum.