Cuando los
países se enzarzan en alguna guerra, y más si es mundial, es frecuente que tras
un buen lavado de cerebro dichas poblaciones comiencen a odiar a sus enemigos y
a demonizarlos intentando borrar cualquier lazo de afecto que hubieran tenido
en el pasado. Por ejemplo, durante la Primera Guerra Mundial (1914 – 1918) los
alemanes, además de comenzar a odiar las obras de Shakespeare, fueron quitando
los nombres a todos los restaurantes, hoteles y establecimientos comerciales
que tuvieran alguna reminiscencia con respecto al bello idioma francés o
inglés. Incluso se intentó prohibir la palabra bombón aunque esta vez sin éxito
alguno. Pero lo que si funcionó durante cierto tiempo fue rebautizar a la
ensalada italiana como ensalada de traidores en recuerdo de cómo Italia acabó
finalmente luchando contra las potencias centrales.
En Francia se
quiso cambiar el nombre comercial de Agua de Colonia por el más patriótico de
Agua de Provenza, pero al igual que el caso anterior de la palabra bombón,
tampoco tuvo mucho éxito. Mientras tanto en los países aliados, a pesar de ser
uno de los idiomas más estudiados, el alemán fue proscrito tanto en los libros
como en las conversaciones. Tanta rabia daba el alemán que se llegaron hacer
verdaderas atrocidades ya que por ejemplo en Estados Unidos se mataron a un
gran número de perros de origen alemán. Además de aquí, en muchos otros países
se quiso borrar cualquier referencia teutónica en las comidas. Las hamburguesas,
por recordar a la ciudad de Hamburgo en Alemania se las pasó a llamar Salisbury Steaks (filetes de Salisbury).
Las salchichas de Frankfurt se convirtieron en las Liberty sausages (salchichas de la libertad), mientras que los
perritos calientes o dachshunds
(perritos alemanes) acabaron llamándose Liberty
dogs.
En el frente
interno cualquier nombre o reminiscencia con respecto al enemigo podía inducir
al odio de la población, por lo que los propios aristócratas ingleses que
tenían tantas raíces con el país germano también cambiaron sus nombres y
títulos. Los Battengerg lo trocaron en Mountbatten e incluso la familia real
inglesa que se apellidaba Sajonia-Coburgo –Gotha acabó auto imponiéndose el
nombre de Casa Windsor, como se les conoce actualmente.