jueves, 27 de marzo de 2014

LA VALENTÍA DE AGNÓDICE



Durante el siglo IV a. C en la antigua Grecia estaba prohibido, bajo pena de muerte, que las mujeres practicaran la medicina. Así que un buen día una joven ateniense llamada Agnódice, queriendo ejercer este ministerio y sin ningún miedo a perder su vida, no dudó en vestirse de hombre e ir a Alejandría a aprender medicina de la mano del prestigioso Herófilo el cual había sido el primero en practicar disecciones anatómicas y en localizar la fuente de la inteligencia humana en el cerebro. Cuando hubo aprendido todo lo necesario volvió nuevamente a Atenas disfrazada de hombre en donde comenzó a tratar sobre todo a mujeres y a asistir a las parturientas. Durante un tiempo el engaño surtió efecto convirtiéndose en un médico importante, aunque muy pronto, junto a la gratitud de los pacientes, también empezaron a surgir las envidias de sus compañeros, los cuales la acusaron de ¡seducir a las mujeres mientras las curaba! Agnódice no queriendo soportar más esta mentira se desnudó delante de sus colegas mostrando a todo el mundo su verdadero sexo.

Rápidamente la llevaron ante los jueces quienes enseguida llegaron a la conclusión de que debía morir por contravenir las leyes de Atenas. Pero cuando se iba a emitir la decisión final, la sala del juicio se llenó de todo tipo de mujeres, ricas y pobres, la mayoría pacientes suyas, las cuales dijeron a los jueces que “si le daban muerte a aquella que les había devuelto la vida, todas morirían con ella”. Viendo el grave cariz que estaba tomando la situación los jueces decretaron la puesta en libertad de Agnódice y no solo la perdonaron la vida sino que a la vez abolieron esa injusta ley permitiendo que una mujer pudiera ser médico, aunque con la condición de que solo tratara a las de su mismo sexo.