viernes, 2 de mayo de 2014

LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL CONTADA PARA ESCÉPTICOS - Juan Eslava Galán



«No había señales de vida de ningún tipo. Ni un árbol, con excepción de unos pocos tocones muertos, que resultaban extraños a la luz de la luna. Ni un pájaro, ni siquiera una rata o una brizna de hierba. La naturaleza estaba tan muerta como los canadienses cuyos cuerpos permanecían donde habían caído el otoño anterior. La muerte se había escrito a lo grande por todas partes». Soldado R. A. Colwell.

Hace cien años comenzó en un caluroso verano de 1914 una de las mayores locuras de la Historia, la guerra que iba a acabar con todas las guerras, es decir la Primera Guerra Mundial. Comenzó siendo un tira y afloja entre los Imperios Centrales, Alemania y Austria Hungría y los países democráticos de Francia e Inglaterra y la menos democrática Rusia. Poco a poco ese conflicto que tenía visos de durar unos meses, (“¡En Berlín/París por Navidad!”) se fue enquistando en un mar de trincheras embadurnadas de barro, y oleadas de muertes en ambos bandos. Ninguno sabía como salir de ese atolladero y fue entonces cuando aparecieron los nuevos inventos de destrucción como el tanque, los raudos aviones de combate, las espectaculares bombas de destrucción masiva, los panzudos zeppelines o el temible gas que achicharraba la piel y los pulmones… Toda una nueva gama de armas al servició de la Muerte.

Todo comenzó con un disparo en Sarajevo y desde entonces, incluso nada más terminar el conflicto, han salido al mercado cientos de libros que han narrado el devenir de aquellos cuatro años de locura colectiva. Y precisamente este no iba a ser menos, por lo especial que representa: el Centenario de la Primera Guerra Mundial. Lo interesante de un ensayo histórico no es solamente lo veraz y especializado que sea sino el cómo éste está escrito. Y la forma en que Juan Eslava Galán ha descrito este conflicto en La Primera Guerra Mundial contada para escépticos, es soberbia. Cumple perfectamente el requisito que se le pide a un gran historiador, es decir ser preciso, sino que también sabe adobarlo con un sentido común difícil de encontrar en otros libros de la misma temática.



Huyendo de banderías inútiles Eslava Galán trufa todo el devenir de la guerra con uno de los factores más olvidados en otros ensayos históricos: el factor humano. Nos habla de cómo vivían los soldados, aquella carne de cañón en manos de generales vanidosos e ineptos, y de cómo vivían (mejor decir sobrevivían) en aquel mar de fuego y acero. Además de conocer las grandes batallas, nombres míticos y hazañas impresionantes el lector aprenderá un buen numero de hechos insólitos y curiosidades que no se borraran de su mente en ningún momento. Se lo aseguro.

La Primera Guerra Mundial contada para escépticos de Juan Eslava Galán, un libro sobre uno de los grandes desastres de la Historia explicado de manera diferente y precisa que le hará vivir con intensidad el conflicto con el que se abrió el Siglo de Hierro.