sábado, 4 de julio de 2015

QUE NO TE LA DEN CON QUESO



¿Sabías que el origen de esta expresión proviene de la pillería que utilizaban algunos taberneros para vender sus botellas o pellejos de vino? Hace mucho tiempo, no existían los productos conservantes que existen ahora y por ello el vino que se vendía en las tabernas de los caminos se tenían que consumir, como muy tarde, en un año. Pasado ese tiempo el vino comenzaba a picarse y solamente se podía utilizar como vinagre o alcohol para curar las heridas. Así pues los taberneros se encontraban con un problema grave ya que tenían que vender rápidamente su mercancía antes de que pasara ese plazo y se estropeara. Para ello recurrían a la siguiente picardía: cuando alguien pedía un vaso de vino le ponían al lado una tapa de queso para que enmascarara el sabor. Al viajante que le había gustado el producto consumido, y no se había dado cuenta de la trampa, se llevaba unas cuantas botellas a su casa, notando posteriormente el engaño cuando se tomaba un lingotazo de ese vino en la intimidad de su casa.