sábado, 2 de marzo de 2019

¿DE DONDE PROVIENE EL YOYO?


El yo-yo o yoyo, pues de las dos formas se puede escribir, es uno de los juguetes más famosos del mundo. Tanto adultos como niños juegan con él y hay gente tan mañosa que incluso pueden hacer filigranas tan divertidas  como la del triangulo, la del perrito o la del muerto… Pero ¿sabían que hubo un tiempo en que el yoyo era más que un simple juguete? La palabra yoyo proviene del tágalo, idioma de Filipinas, que significa “volver”. Parece ser que hace 400 años los filipinos no utilizaban el yoyo para pasar el rato sino que su función era más temible: la de arma de combate o defensa. Aun así, hay que aclarar que los filipinos no son los inventores del yoyo sino que éste provenía de China e incluso los griegos, hace 2500 años, ya conocían de su existencia y los fabricaban con madera, metal o terracota y los decoraban con dibujos de héroes o dioses helenos. Fue a partir de 1800 cuando Europa conoció el yoyo gracias a que fue traído desde Oriente. En Inglaterra se le conoció por varios nombres como por ejemplo banderole, quiz o juguete del príncipe de Gales, y en Francia lo bautizaron como L´emigrette o incroyable. Hasta Napoleón tuvo uno con el que se entretenía entre batalla y batalla. Desde entonces fue popularizándose hasta el día de hoy en el que parece que de nuevo la fiebre del yoyo vuelve a ponerse de moda.