sábado, 25 de octubre de 2014

EJECUCIONES A LA CARRERA



En torno al Palacio de Topkapi (Turquía) existen muchas leyendas y curiosidades, pero hay una que llama especialmente la atención. Se dice que cuando el sultán de turno llamaba a su presencia a algún visir que hubiera cometido alguna falta grave era llevado a este suntuoso palacio y de inmediato un sirviente le servía un sorbete bien fresquito. Si el contenido era de color blanco significaba que el sultán le perdonaba. Pero si era de color rojo… ¡ya podía darse prisa! Al sentenciado a muerte entonces se le daba la oportunidad de correr trescientos metros hasta el lugar de ejecución. Si llegaba antes que el verdugo se le perdonaba la vida, pero si se retrasaba inmediatamente se le cortaba la cabeza. Con este sistema tan curioso el sultán Selim I llegó a ejecutar a siete visires, y tan de moda se puso esta pena de muerte que sus súbditos, cuando se enfadaban con alguien decían lo siguiente: “¡Qué te vuelvas visir de Selim!”