domingo, 22 de enero de 2012

EL DISCURSO DEL 21 DE MAYO EN CHILE


Por: José Antonio

Chile es un país angosto pero con una larga tradición política y de intervención de los próceres en la vida pública. Una de sus tradiciones es el discurso en el que el Presidente de la República da cuentas ante la nación de su gestión del año anterior. El 21 de mayo es el elegido porque se conmemora la Batalla Naval de Iquique.

A lo largo de la historia de Chile se han dado algunas anécdotas que no podían quedar fuera de este blog. Una de las más recientes se produjo el 21 de mayo de 1990, unos meses antes de la finalización de la dictadura pinochetista y el retorno a la democracia. Todos sabían en el país que se iba a abrir un nuevo periodo dentro de una nación muy dividida entre los seguidores del dictador y aquellos que durante años habían luchado contra la dictadura. Por eso la frase que cerró el discurso del presidente Patricio Aylwin fue: ¡Y que dios nos ayude!

El día del discurso presidencial también ha generado momentos muy acalorados, como el que ocurrió el 21 de mayo de 1938, presidiendo la República Arturo Alessandri Palma. El presidente del Senado abrió la sesión del Parlamento con la formalidad de otorgar la palabra a quienquiera que quisiera hablar antes del discurso del Presidente, entendiendo que era simple protocolo, puesto que nadie había hecho uso de esa prerrogativa. Sin embargo ese día, un diputado del Frente Popular, don Gabriel González Videla sí pidió intervenir. El presidente del Senado se sintió molesto por este hecho y le negó la palabra, a lo que González Videla le respondió: ¿Y entonces para qué me la ofrece? Esto provocó una verdadera discusión entre los parlamentarios, llegando algunos a las manos, intentando el presidente del Senado acallarlo con su campanilla, sin obtener resultados. Esto se alargó hasta que un diputado del Movimiento Socialista disparó su revólver y, tras una refriega, fue detenido junto con otros cuatro parlamentarios, entre ellos el propio González Videla.

Esta tradición se mantuvo hasta 1973, cuando Pinochet cerró el Parlamento y decidió que el discurso del Presidente pasaba al día 11 de marzo. Esto duró hasta el citado discurso de Patricio Aylwin el 21 de mayo de 1990.