domingo, 22 de marzo de 2020

LOS LADRONES DE SEDA


Cuenta la leyenda que Lei Zu, esposa del Emperador Amarillo estaba un día tomando un té tumbada a la sombra de una morera cuando de improviso un capullo de seda cayó en su taza. Y en vez de cogerlo y tirarlo al suelo, como sería lo más normal, la emperatriz comenzó a tocarlo y a divertirse con el capullo hasta que éste comenzó a desenrollarse dejando entre sus dedos un hilo de lo más fino. Es por eso que en China, en un principio, eran las mujeres las encargadas de la producción de la seda bajo pena de muerte si alguna de ellas revelaba sus secretos. Vemos por tanto que los chinos eran muy celosos con el secreto de la producción de la seda aunque eso no era óbice para comercializarlo hacia el Occidente a través de la Ruta de la Seda, llegando incluso a Roma a través de los partos.

Pero este secreto iba a dejar de serlo a partir del siglo VI cuando el emperador de Bizancio, Justiniano I, decidió realizar uno de los mayores espionajes comerciales de la Historia. Para asegurarse la producción propia de la seda mandó en el 552 a unos monjes que viajaran al Extremo Oriente y que le trajeran algunos de estos gusanos. Parecer ser que los monjes tuvieron éxito porque, aunque no le llevaron a la vuelta dichos gusanos, si que se trajeron unos cuantos huevos envueltos en estiércol, para mantenerlos calientes, dentro de sus bastones de peregrino.  Así pues el emperador ya tenía el producto que quería y lo único que tenía que hacer era alimentarlo con hojas de morera para que crecieran y crearan los carísimos capullos de seda.

sábado, 21 de marzo de 2020

¿QUIÉNES ERAN LOS PRETORIANOS?


En esencia era la guardia personal del emperador encargada de la seguridad de la familia imperial.  Sus orígenes se remontan al  146 a. C cuando Publio Cornelio Escipión Emiliano acudió al sitio de Numancia junto con una escolta de 500 hombres. Éstos, al llegar a su destino acamparon junto al Pretorio (zona en la que se ubicaba la tienda del general) y por eso se les acabó llamando Pretorianos. Pero fue en tiempos del emperador Augusto cuando se establecieron sus funciones principales de guardia personal del propio emperador. Tiberio, sucesor de Augusto, también se preocupó de ellos y les concedió unos terrenos más allá de las murallas de Roma, el Castra Praetoria, para que izaran su campamento. Desde ese momento decidieron tomaron el escorpión como emblema de esta unidad en honor, sobre todo, del signo zodiacal del propio emperador.  Desde entonces, y aunque no era fácil entrar en esta guardia, los pretorianos fueron creciendo en número, diez mil en los mejores tiempos, y adquirieron tanto poder que incluso a veces decidían sobre la vida o muerte del propio emperador, como ocurrió por ejemplo con el asesinato de Caligula y la elección de Claudio como su sucesor. Al final podemos fijar la existencia de la guardia pretoriana alrededor del 312 cuando Constantino venció a Majencio en la batalla del Puente Milvio. Una de las primeras cosas que hizo el nuevo emperador fue disolver esta unidad especial de guardia y combate.

viernes, 20 de marzo de 2020

LOS EXCREMENTOS EXPLOSIVOS


En la Segunda Guerra Mundial, en concreto en el frente del Norte de África, se había corrido entre los alemanes la costumbre, o superstición, acerca de que si sus tanques pisaban un excremento de camello tendrían buena suerte. Lo que no sabían las tropas de Rommel es que los ingleses también lo sabían por lo que empezaron a fabricar minas explosivas parecidas a dichos excrementos para que cuando pasara un tanque alemán por encima las pisara y volara por los aires. Después de que varios de estos tanques explotaran los alemanes, más recelosos, decidieron que solo pisarían los excrementos de camello en el que ya hubiera impresas las rodadas de otro tanque. Pero los ingleses, esta vez también se adelantaron a la situación y comenzaron a construir otro tipo de minas aunque ahora con forma de excremento de camello con el dibujo de una pisada de tanque.