miércoles, 11 de septiembre de 2013

EL VERDADERO PADRE DE ALFONSO XII



Actualmente la mayoría de los historiadores coinciden en otorgar la paternidad de Alfonso XII al ingeniero Enrique Puigmoltó y no al rey consorte Francisco de Asís. Este joven irrumpió con fuerza en la Corte de los Milagros en 1856 cuando después de una arriesgada maniobra frustró un ataque al Palacio Real por parte de las tropas del general Espartero. La reina quedó prendada por tal acto de valor y no dudó en recompensarlo generosamente con medallas y honores, y también de manera menos lícita en la oscuridad de las habitaciones de palacio. Este cúmulo de honores y caprichos hacia el nuevo favorito provocaron el descontento del gobierno de Narváez, que dimitió en pleno debido al escándalo, y llenó los mentideros de chuflas y cancioncillas sobre la reina y el fogoso garañón que le alegraba las frías noches de Invierno.

Cuando Isabel II quedó embarazada la rumorología popular e internacional estaba en su punto más alto, por lo que el confesor de la reina, el padre Claret, le sugirió que alejara de la corte a su favorito. Parece que la recomendación hizo efecto pues cuando nació Alfonso XII, Enrique Puigmoltó estaba ya lejos, en Londres, trabajando en la Embajada española como agregado militar. Aunque todo el mundo sabía de quien era este hijo ilegitimo, el rey consorte y el Papa Pío IX no tuvieron reparos en apadrinar al bebe por el bien de España y sobre todo para preservar la continuidad dinástica.