En el mundo
erótico pornográfico la expresión “hacer una cubana” remite a un tipo de
masturbación que consiste (espero que nadie se escandalice) en que un hombre
coloque su pene entre los pechos de una mujer y o bien éste lo mueva arriba y
abajo a imitación de una cúpula o bien sea la propia mujer la que acompase los
movimientos moviendo ella misma sus pechos, consiguiendo, sea de una manera u
otra, cierto placer remedando una penetración. Hay que aclarar que este tipo de
masturbación no es algo nuevo sino que se ha ido realizando desde que el mundo
es mundo, aunque el término por el que se conoce es posible que provenga de
cuando la isla de Cuba era una de las colonias españolas en América. Los
italianos, portugueses o franceses
conocen este arte amatorio haciendo referencia a España (spagnola; espanhola; o branlette espagnole) y se cree que es
debido, posiblemente, a dos razones: por un lado haría referencia a que este
tipo de masturbación fue traído a Europa por los españoles que volvieron de
Cuba cuando se perdió esta colonia en 1898; y de la misma manera hay quienes
opinan que fueron las propias prostitutas de origen hispano las que practicaban
este acto a finales del siglo XIX y principios del XX. Aunque este último punto
no está claro del todo.