domingo, 31 de julio de 2011

LOS ERUCTOS DE LUISA ISABEL




No puedo resistirme a ponerles de nuevo una nueva anécdota de la curiosísima Luisa Isabel de Orleans. Ya les hablé hace tiempo de la regia esposa de Luis I y sus “hábitos” de vida tan liberales y estrambóticos para la corte de Felipe V, pero creo que sería esencial que conozcan otra divertida historia que nos narra el Duque de Saint-Simon.


Éste nos dice que pasado un tiempo en la corte decidió despedirse de la reina y acudió a ella para formalizar el adiós, como indicaba la etiqueta regia. Justamente en ese momento estaba rodeada de todos sus allegados, cortesanos y ayudantes de cámara. Saint-Simon se acercó con paso firme y plantándose delante de su excelsa figura, hizo las tres reverencias oportunas. La miró fijamente y le dijo:

-Majestad, parto hacia el extranjero

Ella no soltó prenda. Lo miraba entre divertida y coqueta pero de sus labios no salía ninguna palabra. Claro está, tal situación embarazosa empezó a preocupar a nuestro buen Saint-Simon. Carraspeó un poco y volviendo hablar le dijo de nuevo:

-Majestad, perdone que le moleste de nuevo. Solamente quiero indicarle que me voy y que si quiere, aprovechando mi largo viaje, y si su realeza lo considera oportuno, darle recuerdo de su persona al Rey, a la infanta y a los Duques de Orleans.

De nuevo Luisa Isabel estaba muda. Pero ahora ocurrió algo que ninguno de los presentes podía haber adivinado. Acercó su rostro al de Saint-Simon poniéndose muy colorada y... ¡le soltó un eructo en toda la cara! Aquello era increíble. El eructado nos cuenta que dio dos pasos hacia atrás y contempló como la reina empezaba a reírse dando un segundo eructo más grande y majestuoso que el anterior. Saint-Simon no sabía donde meterse, pero le ocurrió lo que a mucha gente que cuando ven reírse a alguien acaban contagiándose de la hilaridad del momento. También empezó a reírse, y no solo él sino que mirando a derecha e izquierda vio entre divertido y sorprendido que todo el mundo estaba desternillándose de la risa. Mientras unos se doblaban por el esfuerzo, y otros pataleaban y rebuznaban por lo chistoso del momento, la reina se había levantado en una silla y comenzaba un auténtico concierto de eructos. Todo se había convertido en un pandemónium de risas, sofocos, palmeos en la espalda e hilaridad descontrolada, llegando incluso a que a los mismos soldados se les caían las armas al suelo al no poder reprimir la comicidad.

Saint-Simon aprovechó el momento para salir corriendo ya que vio que otros cortesanos decidían imitar a la reina secundándola a golpe de ventosidad. No sabemos si el duque volvió a ver a Luisa Isabel pero la impresión que tuvo de ella y de toda su camarilla debido de ser increíble y sorprendente.

sábado, 30 de julio de 2011

LA MORAL DEL ALCOYANO



El Club Deportivo Alcoyano ha decidido cambiar después de ¡82 años!  el césped de su campo de futbol, El Collado. Con ocasión de su ascenso a la Segunda División, actualmente Liga Adelante, el club ha pensado poner guapo el rostro del campo donde tan famoso ha sido durante toda su historia. Es un club tan legendario que a diferencia de otros que cambian su tapete verde cada año por otro mejor, ha mantenido el suyo por la gran historia que tiene detrás… y porque no decirlo por los problemas económicos que también ha sufrido como otros grandes del campeonato a lo largo de su existencia.

Pero ¿qué es lo que hace tan mítico al Alcoyano? ¿Por qué es tan recordado en la memoria de toda persona aficionada al balompié, llegando incluso a convertir el nombre del equipo en un adjetivo como sinónimo de tozudez y valentía? Se lo voy a explicar: Este club no solo ha estado en categorías inferiores sino que ha militado orgullosamente en zonas más elevadas del Campeonato Nacional de Liga. En 1945 consiguió ascender a la Primera División y codearse junto con los grandes equipos españoles del momento como por ejemplo El Real Madrid, el Futbol Club Barcelona o el Atlético de Bilbao. Aunque empezó con brío ese año, volvió a descender a Segunda, comenzando un sube y baja de categorías hasta 1951 en que desciende definitivamente. Pero esos años no fueron en balde pues en torno suyo se creó un halo de equipo peleón y gallardo haciéndole temible frente a los demás contendientes. Fue en este momento cuando se forjó la leyenda de su moral.

Existen varias versiones de por qué la gente empezó a decir Ten mes moral que l`Alcoyano. Unos dicen que era porque los años que pasó en primera siempre estaba a punto de descender y en las últimas jornadas sacaba su gallardía espartana y conseguía, unas veces sí y otras no, salvar el temido descenso. Y otros comentan que lo de la “moral” vino en un mítico partido en el que iban perdiendo por goleada contra el Español en Les Corts. Algunos dicen que por más de 6 tantos. La cuestión es que estos guerreros del césped no querían irse con tantos goles en contra por lo que decidieron que tenía que haber una prorroga y de esta manera tener la oportunidad de recortar la distancia alojando algún balón en la red del contrario. Lo consultaron con el árbitro y este dijo que nones, que cuando el pitara se acababa el partido. No le convencieron y prosiguió la goleada, pero he aquí lo incomprensible pues cuando se acercaba el tiempo fijado, el árbitro pitó un minuto antes de lo marcado haciendo que los jugadores del Alcoyano se revolvieran de ira e indignación porque no le habían dado la oportunidad de acortar distancias, aunque bien es sabido que en tan poco tiempo era materialmente imposible.

De ahí nació su leyenda, y después de muchos muchos años volvemos a tener a estos gladiadores del balón de nuevo en Segunda. ¡Felicidades a ellos y felicidades por su césped reluciente!… que ya era hora.

viernes, 29 de julio de 2011

NARVÁEZ NO TIENE ENEMIGOS



Ramón María Narváez, aquel que fue el Espadón de Loja, entregaba su alma a Dios en 1868 después de haber sido una de las figuras principales en aquel tiempo de camarillas isabelinas. Pero antes de cerrar los ojos al mundo tuvo un arranque de furia militar que demostraba a todos que había sido uno de los generales más señeros de nuestra historia.

Imagínense la escena. Habitación llena de allegados que lamentaban… o esperaban que aquel espadón dejara de existir. Rezos junto al dosel de la cama y un confesor dando la extremaunción a un hombre con rostro cerúleo perlado del sudor de la muerte. El religioso con los santos oleos en la mano le preguntó a Narváez:

-Hijo mío, ¿perdonas a tus enemigos?

El general lo mira fijamente y lo niega con los ojos. El confesor cree no haberlo entendido o que el próximo finado debido a que ya está en un trance ante las puertas de la muerte ha enloquecido.

-Disculpe que se lo pregunte de nuevo, Excelencia, pero le quiero decir que para ver la faz de nuestro Señor es necesario que perdone a las personas que han sido enemigos suyo.

Nadie podía preveer lo que iba a pasar, pues de aquel cuerpo abotargado y sin fuerza salió disparado un brazo y con garra de hierro agarró de la pechera al religioso. Todo el mundo se estremeció pues vieron al general acercar su cabeza a la del confesor se y asustaron cuando vieron como le gritó una de las frases más populares dentro de nuestra historia patria:

-¡¿Cómo los voy a perdonar, padre?! ¿No ve que no tengo ningún enemigo?

¡¡¡LOS HE FUSILADO A TODOS!!!

Desde luego que hay personas que no se asustan ni ante la muerte.

jueves, 28 de julio de 2011

SOLO LOS NIÑOS Y LOS LOCOS DICEN LA VERDAD



Ni dando regalos, medallas y títulos, José Bonaparte, alias Pepe Botella, alias Paco Plazuelas, alias el Rey Pepino, podía hacer olvidar el odio que el pueblo le tenía. Muy pocos le eran fieles de verdad, como por ejemplo el Duque del Infantado. Pues ya ven en este caso tampoco tuvo buena suerte El Intruso.

Se cuenta que un día el hijo del Duque, que en ese momento tenía 7 años de edad, se había vestido alegremente con un uniforme de soldado o con el uniforme de la Guardia Real. Quiso el destino que por allí pasara José Bonaparte y le preguntara:

-Oye niño. Y esa espada tan grande que te cuelga del ciento, ¿para que la quieres?

El niño, dentro de su candidez, mostrando pecho y sintiéndose el general más valiente de toda España le dijo:

-Señor, para matar franceses.

Pepe Botella se quedó atónito. No sabia que hacer si contestar al niño de mala gana o reprender al padre por haber educado tan mal a su vástago. Pensándoselo mucho optó por una salida más condescendiente sopesando la edad del niño y que el Duque del Infantado era de los pocos que le tenían aprecio:

-¡No tiene pelos en la lengua tu hijo!
-Disculpe majestad pero a los niños solo les gusta repetir lo que oyen por la calle. El nunca osaría contrariarle…

Y mientras el padre se disculpaba intentando salvar la polémica, el angelito del hijo se alejó por la escalera central del palacio, ufano de su gallado uniforme, canturreando la siguiente copla:

Pronto se irá para Francia
El Rey Pepino,
Cargado de botella
Para el camino.

¡Que ricura!

martes, 26 de julio de 2011

SILVELA SE NOS DUERME



Después del asesinato de Canovas en el Balneario de Santa Águeda, perpetrado por el anarquista italiano Angiolillo, se produjo un movimiento sucesorio en el Partido Conservador enfrentado continuamente con el  Partido Liberal de Sagasta. La pugna era grande y la responsabilidad de seguir la alta política del difunto Cánovas del Castillo era enorme, por lo que finalmente quedaron enfrentados dos correligionarios del mismo partido: Francisco Silvela, apodado por sus detractores como la daga florentina, y Romero Robledo, moteado igualmente por los silvelistas como el pollo antequerano. Mientras que Silvela deseaba hacer un movimiento reformador dentro del partido, Romero quería al contrario que su compañero seguir con una política continuista y caciquil. Las dos posturas eran irreconciliables, y debido a ello el Pacto del Pardo parecía a punto de saltar en mil pedazos. Pero al final la sangre no llegó al río y el Partido Conservador decidió elegir como sucesor a Silvela.

Éste era un hombre fino y frío, elegante y culto, llegando incluso a ser académico de la lengua, por lo que se preocupaba mucho por el idioma español. Un día, después de una agotadora y aburrida sesión parlamentaria se quedó dormido en su escaño. Los demás políticos fueron saliendo y el se fue quedando solito, hasta que un ujier dándose cuenta de ello le tocó suavemente el hombro y le llamó la atención:

-Su Señoría está dormido

Silvela se despertó poquito a poquito, y con gran frialdad no se avergonzó sino que mirando fijamente al susodicho ujier le dijo de una manera elegante:

-No estoy dormido, estoy durmiendo, ya que no es lo mismo estar bebido que estar bebiendo.

Agudo sentido de la corrección lingüística tenía la daga florentina. Años después otro literato, igual de inteligente aunque más bruto y directo, Camilo José Cela, retomó las mismas palabras y dijo aquella famosa frase:

-Que no es lo mismo estar jodido que estar jodiendo.

lunes, 25 de julio de 2011

PATRÓN SIN SER SANTO



San Jorge es uno de los santos más populares del culto católico por la leyenda que rodea a esta figura. Además es el patrón de Inglaterra, Portugal, Cáceres, Cataluña o Aragón. Sin embargo, a pesar de su popularidad, no se conocen muchos datos acerca de su vida. Todo lo que rodea a este santo viene de leyendas y de la tradición consuetudinaria. Los historiadores y hagiógrafos coinciden en que debió ser un soldado romano nacido en Capadocia y fallecido a principios del siglo IV en Israel. Pero no hay datos.

La leyenda más difundida de San Jorge es la del dragón en la que se presenta a nuestro soldado luchando contra un gigantesco dragón que vivía en un lago y que tenía atemorizada a los pueblos de Libia. El dragón exigía un peaje de dos corderos diarios para no acercarse a las ciudades. Los ganaderos se quedaron sin ovejas y decidieron entregarle a una persona en sacrificio. Esta persona se elegía por el democrático sistema del sorteo. Un día le tocó a la hija de un rey que, cuando iba a ser comida por el dragón, fue salvada por San Jorge. Por eso en Cataluña es el patrón de los enamorados.

San Jorge, según la leyenda, fue martirizado por su cristianismo. Pero no existen actas de martirio, ya que se perdieron. La tradición dice que sufrió martirio a principios del siglo IV en la ciudad de Lod en la actual Israel.
Toda esta leyenda que rodea a San Jorge y la falta de documentos que dieran fe de la existencia de este santo hizo que la Iglesia Católica retirara a este hombre del martirologio oficial aunque no prohibió su culto, dado que es uno de los santos más venerados en muchas partes del mundo.

Por: José Antonio

viernes, 22 de julio de 2011

FÉLIX, EL SANTO FANTASMA



Uno de los elementos más trascendentales en que basan su creencia cristiana muchas personas en el mundo son las reliquias. Es todo un mundo en el que impera el reino de la fe por encima del de la razón y en el que cada persona y cada pueblo deposita sus esperanzas más íntimas. El poder de las reliquias es ilimitado favoreciendo con sus dones a todas las personas que las veneren con pasión y sinceridad. Desde peticiones particulares y terrenales para conseguir algo en vida, a deseos más allá de la muerte como por ejemplo superar pronto el mal trago del purgatorio, las reliquias lo pueden todo. Ya lo dice la doctrina de San Gregorio Nacianceno:

El que toca o venera los huesos de un mártir participa de la virtud y gracia que reside en ellos y que es la misma del Poder que tiene su santa alma.

Pero también es un mundo de auténticos fraudes en donde todo vale y todo es lícito. Para muchos las reliquias de los mártires son un negocio redondo pues su venta los enriquece de manera deshonesta. Una de las causas de la proliferación de este mercadillo se debió a la decisión del V Concilio de Cartago en el año 400 por el cual no se consagraría ninguna iglesia sino contenía una reliquia. Por ello los restos de los mártires pasaron de ser un medio de devoción a todo un mercado de influencias. Quien tuviera la mejor reliquia tenía más poder. Esta venta no tenía ningún escrúpulo llegando a venderse auténticos huesos de cerdo como huesos de santo. Se dice que si se unieran todos los trozos de madero de la Santa Cruz se daría la vuelta al mundo, y que se podría poner una auténtica ferretería con todos los clavos de Jesucristo. Santos con tres narices, catorce piernas, cuarenta sudarios… increíble pero cierto.

Y es en este punto donde aparece nuestro “santo” fantasma. Seguro que muchos los han visto en distintos lugares religiosos con nombres más o menos alargados, pero que tienen el nombre raíz de Félix. Pero ¿quién era este hombre? Pues en verdad no era nadie. Una persona que no ha existido pero a la que todo el mundo venera. Me explico: en la época de los romanos uno de los deportes preferidos en la arena del Coliseo, junto a la lucha de gladiadores y de fieras, era el exterminio diario de cristianos de todas las maneras conocidas: a fuego y espada, con fieras, crucificados y empalados… en la variedad estaba la diversión. Muchos murieron y sus cuerpos fueron arrojados a fosas perdiéndose a sí su nombre e identidad. Por tanto estas fosas comunes eran coronadas por una lápida en la que simplemente ponía: FELIX, que significa feliz. Vamos que habían conseguido la felicidad eterna después de su martirio.

Pasaron los años y siglos y estas fosas comunes, muchas de ellas cercanas a las catacumbas, fueron reconocidas por la iglesia. Como el Vaticano tenia superávit de santos se hizo una venta entre los siglos XVII y XVIII de todos los restos por diferentes partes del mundo. Pero la demanda era mucha y como no podían ocuparse de todos los pedidos decidieron hacer pequeños santos portátiles depositando diferentes restos de estas fosas en recipientes y mandarlos a las iglesias de todo el mundo. Cuando los curas, obispos o arzobispos preguntaban quién era y a quién nos han mandado les decían que eran el milagroso Félix.
He aquí como los restos de un mismo mártir están en diferentes partes del mundo. ¿Se imaginan que todos estos trozos se unieran en un mismo cuerpo? Daría repelús la verdad.

jueves, 14 de julio de 2011

MORIR DE AMOR



Nunca estuvo mejor justificada la letra de la canción vivir así es morir de amor, interpretada por Camilo Sesto, que a la muerte del príncipe Juan, único hijo varón de los Reyes Católicos en quien habían depositado la esperanza de continuar con la saga de los Trastámara aquí en España. Pero su muerte por extenuación y consumación matrimonial abrió la puerta a una nueva dinastía reinante Los Austrias que tanto darían que hablar en los siglos siguientes.

Para quien no este muy puesto en la época final de los Trastámara y en las políticas matrimoniales de los Reyes Católicos, les diré que los grandes culminadores de la Reconquista tenían 5 hijos, cuatro hijas, Juana, Isabel, María, y Catalina, y un varón, Juan. Aunque eran muy queridos por sus padres y fueron educados a la perfección, sabían que eran meramente moneda de cambio con otros reinos europeos para fijar alianzas, sobre todo para aislar al gran enemigo de ese momento que era Francia. Para ello Isabel reforzó la alianza con Portugal casándose primero con el infante Alfonso de Portugal, y al morir éste con el heredero Manuel I de Portugal, primo del anterior. Con este último volvió a casarse María al morir su hermana Isabel. La cuestión era aislar al vecino y por ello se fijó la boda de Catalina con Arturo de Inglaterra y posteriormente con la muerte del joven príncipe con su hermano el todopoderoso Enrique VIII; y Juana con Felipe de Austria (El Hermoso), hijo del Emperador Maximiliano I de Austria.

En cambio Juan debía casarse con la hermana del anteriormente citado Felipe el Hermoso, Margarita de Borgoña, perteneciente a la Casa de Austria. Parece ser que la dama era un tanto ligera de carnes y muy fogosa. En un principio estuvo prometida con un príncipe francés, pero acabó muriendo y ella se quedó con las ganas de probar el tálamo nupcial. Un auténtico fuego empezó a consumirla por dentro prometiendo en un futuro un incendio de grandes consideraciones. Tiempo después tuvo la suerte de ser designada como futura reina en alianza con el príncipe Juan, hijo de los Reyes Católicos de España. Pero no todo fueron flores ya que al trasladarse desde Flandes a la Península Ibérica la nave donde viajaba estuvo a punto de naufragar pues fue azotada por una enorme tormenta. Ella no tenía miedo a morir, sino a como iba a morir. Le preocupaba que cuando su cuerpo fuera arrojado a las costas nadie reparase en su condición de mujer de la realeza. Para ello pidió que le ataran a la muñeca una tablilla en la que indicaba su condición de gran dama. Más o menos venía diciendo lo siguiente: Ci git Margot (Margarita), la gentille demoiselle (Aquí yace Margot, la gentil damisela) Pero también su mente estaba obsesionada con otra idea. Que su cuerpo todavía no había conocido el calor de un varón, y por ello también puso en la tablilla lo siguiente: Deux foix mariée et morte pucelle (Dios me matrimonió y morí doncella)

La tormenta se calmó y con ello los temores de la joven Margarita. Días después llegó a las costas de norte de España y posteriormente vio a su adorado Juan, casándose el 2 de Abril de 1497 en Burgos. Enseguida consumaron el matrimonio, durante horas y horas, sin descanso alguno. El tiempo pasaba, pero había algo que no encajaba. Era normal que una esposa y un esposo, jóvenes y fogosos no se quisieran separar nunca, pero para todo había un límite. No había día que no estuvieran en el tálamo nupcial, y mientras ella estaba muy rumbosa y alegre, Juan estaba algo cansado, pues no tenía la misma constitución que su padre y siempre había sido algo delicado: Preso en el amor de la doncella, ya está demasiado pálido nuestro príncipe.

Incluso los médicos ya empezaban a preocuparse pues estaban más pegados que una lapa. Todo el reino se había convertido en una comidilla en la que a ella se le tachaba de ninfomanía y a él de esclavo sexual. Y claro este sobreesfuerzo, esta continua gimnasia pélvica tuvo como consecuencia que el príncipe Juan muriera de cansancio y extenuación un 4 de Octubre de 1497, solo seis meses después de su matrimonio. La noticia oficial de su muerte nos dice que lo que le llevó a la tumba fue una tuberculosis, pero… ¿por qué hecho apostarían ustedes?  A) ¿Por tuberculosis?; b) ¿exceso de celo matrimonial?; c) ¿tuberculosis producida por continuos ajetreos maritales dejando sus defensas bajas? El misterio esta servido.

Del matrimonio solo quedó el fruto de un débil bebe que murió posteriormente. Este hecho produjo que posteriormente los Reyes Católicos, por la falta de herederos directos confiaran en su hija Juana y su marido Felipe de Austria para que recogieran la corona del naciente Imperio Español. Los Austrias acababan de hacer acto de presencia. Parecía como si la niña Margot, Margarita, hubiera allanado el camino a su hermano para alcanzar el trono. Pero, tras la muerte de Juan, ¿qué fue ella? Volvió a su tierra y se convirtió en el aya de un niño pequeñito que acabaría llegando a ser emperador de medio mundo… Carlos I de España y V de Alemania.

Si les ha picado la historia y desean buscar la tumba de Juan, hallaran el sepulcro en el Real Monasterio de Santo Tomás, en Ávila, pero no sus restos ya que durante la Guerra de Independencia fueron profanados por los franceses y se desconoce su procedencia. Desde luego que el joven príncipe tuvo una vida y una muerte bastante ajetreada. 

Antes de despedirme, una última curiosidad ¿Saben que existe una relación muy fuerte entre la actual isla de Cuba y nuestro el hijo de los Reyes Católicos? No se extrañen, parece ser que cuando el ya Almirante Colón descubrió aquella isla la llamó Isla Juana en honor del todavía heredero Juan de Aragón y Castilla, el último Trastámara.

miércoles, 13 de julio de 2011

UN GORRIÓN FIEL



Una vez finalizada la Guerra Civil, los vencidos fueron hacinados por los vencedores en prisiones y campos de concentración. El volumen de prisioneros fue tan grande que las autoridades comenzaron su exterminio o su inclusión en batallones de trabajo, lo que después se ha visto que fue un tipo de esclavitud.
También en esta época se dio uno de los hechos más vergonzosos de nuestra historia: la búsqueda de avales por parte de personas adheridas al nuevo régimen que avalaban la lealtad a España y a Franco de prisioneros. Hubo verdaderos abusos e injusticias e, incluso, tráfico de avales. Hubo hechos traídos de otras épocas, como mujeres que se acostaban con aquellos que firmaban dichos avales para salvar a sus maridos.
Aquellos que no conseguían avales tenían tres salidas: el fusilamiento, la prisión/campo de concentración o la inclusión en batallones de trabajadores. Uno de estos batallones, situado en la provincia de Alicante, se hizo famoso por su afición a los pájaros. En la prisión de Alicante, donde dormían, los gorriones anidaban en el tejado y, a veces, esos nidos caían y los presos recogían las crías. Las cuidaban porque en esa actividad tenían un poco de libertad, un pequeño aliento de vida. Uno de los presos, aquel que ocupaba la celda 303, miembro del batallón de trabajadores pero en espera de condena crió al pequeño gorrión. Éste se sintió tan unido a su dueño que no abandonó la prisión. Volaba y recorría los pasillos y galerías, pero nunca se equivocaba de celda cuando el preso regresaba del trabajo. Al final el reo fue condenado a muerte y fusilado. El pájaro lo acompañó hasta el último momento.
A la mañana siguiente, al ir a recoger los pocos objetos personales que tenía el hombre, los guardias se encontraron el cuerpo muerto del pajarillo.
Por: José Antonio

martes, 12 de julio de 2011

LA MALIBRÁN CONQUISTA MILÁN



María Felicia García, más conocida como la Malibrán (1808-1836) fue la diva de ópera más admirada de su época. Si en el siglo XX María Callas ha sido una de las más grandes, el XIX fue dominado totalmente por la primera. Su vocación por el bel canto le vino desde que nació ya que sus padres fueron el gran tenor Manuel García y la increíble soprano Joaquina Sitjes. Desde pequeña ya empezó hacer giras con sus padres despertando admiración entre los entendidos de la ópera. Un ejemplo de ello lo vemos en 1925 cuando en Nueva York tuvo un papel destacadísimo en la obra El barbero de Sevilla. Al día siguiente los periódicos dirían lo siguiente: “Era el imán que atraía todos los ojos y que ganaba todos los corazones”.

Aunque su vida sentimental y privada fue algo caótica  (se casó con un banquero caradura llamado Malibrán, de donde le viene su apelativo) su fama siguió imparable, despertando no solo admiración sino algunas envidias que pronto supo combatir. Y es en este punto donde principia esta historia con minúsculas que quiero presentarle. Parece ser que cuando se hizo totalmente famosa y era una autentica diva se permitía elegir sus propias obras. No se amilanaba ante ningún reto y por ello eligió interpretar  Norma en la misma Scala de Milán. Este hecho que a nosotros nos puede parecer trivial en aquella época era un imposible, pues cada cantante de ópera tenía una obra o lugar especial, un territorio identificativos que ninguna otra diva podía pisar. En este caso Milán y La Scala era terreno de Giuditta La Pasta y su especialidad era Norma precisamente. Incluso se dice que Bellini la compuso pensando en ella.

Esta decisión causó un gran revuelo, pero la Malibrán no se echo para atrás. La noche del estreno iba a ser tormentosa pues tenía no solo al público milanes en contra sino incluso a la mismísima La Pasta que había acudido a la obra para ponerla nerviosa y sentir el calor de sus admiradores. Pero… La Malibrán lo bordo. Se salió. Dejó a todo el mundo mudo de admiración cayendo rendido a sus pies, aunque a lo lejos se oía un débil abucheo. Parecía que todo había salido bien, pero La Pasta volvió al día siguiente. Nadie la hizo caso ya, y María Felicia los volvió a dejar atónitos con una representación que pasará a la historia.  La diva de Milán tuvo que aceptar su derrota y admitir que su tiempo había pasado. Toda una lecciónYa no tenía un publico en contra, hostil y malhumorado, sino un auténtico ejército de fieles admiradores y enamorados. La querían tanto que al terminar esta segunda actuación pensaron en acompañarla a su alojamiento y para ello desengancharon los caballos del carruaje y decidieron sustituirlos ellos mismos.

La joven Malibrán, aquella niña que tuvo un difícil aprendizaje de niña en donde se dice incluso que su padre le daba patadas para que aprendiera las lecciones de canto, había conquistado el mundo y el corazón de todos.

lunes, 11 de julio de 2011

EL PRIMER MUNDIAL DE FUTBOL DE ESPAÑA



11 de julio de 2010. Johannesburgo, Sudáfrica. Minuto 116 de la final que enfrenta a Holanda y España. Cesc Fábregas recibe un rechace y da un pase interior a Iniesta. Éste se coloca y empalma un fuerte disparo que se cuela en la portería neerlandesa tras tocar en la mano del guardamenta Stekelenburg. Gol de España. España Campeona del Mundo. Casillas, Sergio Ramos, Capdevila, Puyol, Piqué, Busquets, Xabi Alonso (Cesc Fábregas), Xavi, Iniesta, Pedro (Jesús Navas) y Villa (Fernando Torres) fueron los héroes de la final.
Todos recordaremos dónde estábamos ese día, dónde vimos el partido, qué hicimos cuando Andrés Iniesta marcó ese gol, a quién nos abrazamos. Salimos a la calle a celebrarlo, gritamos, lloramos, hicimos sonar las vuvucelas o las trompetas. España se tiñó de rojo y la noche fue muy larga. España había ganado su primer Mundial de Fútbol…, ¿su primer Mundial?
España ya ganó un Campeonato del Mundo de Fútbol en el año 1965. Fue el Mundial Militar. Esta era una competición que se desarrolló en los años 60 y en la que España se lo tomó en serio en algunas ocasiones. Un año llegamos a semifinales y nos largamos del partido en protesta por la actuación arbitral. Pero en 1965 el Mundial Militar se jugaba en España, en Asturias más en concreto. Llevamos una selección de jugadores de Primera División que estaban en edad militar o que estaban haciendo la mili de aquella manera, pasándose de vez en cuando por el cuartel y hablar de fútbol con los mandos. Como porteros llevamos a Rodri (Atlético de Madrid), Rodri II (Levante); en la defensa estaban Gallego (Barça), Rebellón (Sevilla), Echarri (Valladolid), Osorio (Espanyol), De Felipe (Real Madrid); en el centro del campo llevamos a Tejada (Real Madrid), Martínez Jayo (Atlético), Guedes (Las Palmas), Glaría (Atlético); en ataque estaban Rogelio (Betis), Oliveros (Sevilla), Fusté (Barça), Vidal (Barça), Trallero (Atlético), Ufarte (Atlético), Grosso (Real Madrid), José María (Oviedo), Rodilla (Espanyol), Martínez (Espanyol), Pintado (Sevilla), Germán (Las Palmas), Poli (Valencia) y Moya (Sevilla). Muchos de ellos ya habían sido internacionales absolutos. Otros lo fueron después. Fusté, incluso, había sido campeón de la Eurocopa de 1964.
El torneo es una liguilla entre las cuatro selecciones finalistas: Bélgica, Turquía, Marruecos y España. Goleamos a Bélgica 5-0 y empatamos con Turquía a un gol. Los turcos necesitaban golear a Bélgica y que España perdiera. No se produjo ni lo uno, ni lo otro, ya que España ganó a Marruecos por 3-0.
Fuimos Campeones del Mundo… Militar, pero ganamos un Mundial. ¿O no?
Por: José Antonio

viernes, 8 de julio de 2011

FRANCO, EXCOMULGADO



Todos conocemos que el Régimen del General Franco tenía dos pilares: el Movimiento y la Iglesia Católica, hecho este que hizo que se hable del Nacionalcatolicismo como un aspecto político del periodo que va desde 1936 a 1975. El laicismo del gobierno del Frente Popular y el arrinconamiento de la actividad religiosa a los templos, además de los actos de violencia contra las propiedades de la Iglesia con la quema de templos y conventos hizo que la institución católica apoyara el Golpe de Estado de Franco contra el gobierno legalmente establecido incluyendo, incluso, términos como Cruzada refiriéndose a la guerra o que Franco había sido enviado por dios para liberar a la católica España de las hordas ateas.
A lo largo de ese periodo la Iglesia tenía mucho poder en España: poder en el arte, poder en la cultura, poder en la política, poder en la educación, y un largo etc. La Iglesia se encargó de la moral de los españoles casi al mismo nivel que el propio Franco. El Régimen le dio poder. Los españoles estaban acostumbrados a las fotografías de obispos levantando el brazo realizando el saludo fascista en actos oficiales, obispos y sacerdotes en programas de televisión, Franco entrando bajo palio en los templos, etc.
Sin embargo, la Iglesia dio la espalda al régimen a principios de los años 70 uniéndose al pueblo, incorporando miembros al Partido Comunista o siendo cabecillas del incipiente nacionalismo vasco. Era la época en que presidía la Conferencia Episcopal el cardenal Vicente Enrique y Tarancón. El Régimen vio una amenaza con esa vuelta de timón ya que si se caía uno de los dos pilares, sus días estaban contados dado que ya no contaba con el apoyo moral de la Iglesia. La ultraderecha dejó claro su descontento con frases como Tarancón al paredón y Obispos traidores en cada acto o manifestación en que se reunían, ya fuera para exaltar a Franco, ya sea para protestar contra los “enemigos del Régimen”, como ocurrió en las puertas de las Salesas en el Proceso 1001. El enfrentamiento entre miembros del Régimen y la Iglesia se hizo muy patente el día del funeral de Carrero Blanco. Ahí ocurrieron dos hechos en los que la tensión fue máxima. El primero fue en San Francisco El Grande, cuando uno de los miembros del gobierno se negó a darle la mano a Tarancón en el momento de dar la paz. El segundo fue en el traslado de los restos de Carrero a El Pardo. La gente congregada increpó con violencia al cardenal temiéndose, incluso por su seguridad.
El 24 de febrero de 1974 se produjo un hecho que llevó las relaciones entre España y el Vaticano hasta el casus belli. El obispo de Bilbao, monseñor Antonio Añoveros publicó una pastoral que fue leída en todos los templos de su diócesis en la que hacía un llamamiento para que se reconociese la singularidad y la identidad cultural del pueblo vasco. Desde el gobierno se acusó a Añoveros de lanzar ataques contra la unidad nacional. Arias Navarro, presidente del gobierno recién nombrado por Franco, recibió presiones por parte de la extrema derecha, y recluyó al obispo y a su vicario general, monseñor Ubieta, y les impuso arresto domiciliario. Ahí se produjo un tira y afloja entre las autoridades eclesiásticas y el gobierno. Arias no se bajaba del burro e intentó expulsar a Añoveros del país. Éste se negó y alegó que él sólo reconocía la autoridad de Pablo VI y que sólo abandonaría España por orden del Papa. En ese momento, el gobierno lanzó un órdago: amenazó a Tarancón, no sólo con la expulsión del obispo de Bilbao, sino también con la ruptura de relaciones diplomáticas con el Vaticano y la expulsión del Nuncio. Fue en ese momento en el que Tarancón, alegando artículos del Derecho Canónico, amenazó al gobierno con la excomunión tanto de presidente y ministros como de Franco. Arias no cedía y, por ello, Tarancón redactó y firmó el decreto de excomunión.
Al final, Añoveros viajó a Madrid en coche y se reunió con la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal. Ahí se redactó un texto en el que el obispo se “retractaba”. Ese documento se envió al Palacio de El Pardo, lugar donde estaba el gobierno en pleno por estar en Consejo de Ministros. El documento se leyó y Franco montó en cólera porque no se le había informado de las medidas del gobierno. Al final Arias se vio obligado a retirar la orden de expulsión.
Sin embargo, lo que estuvo claro es que, durante unas horas, el gobierno y el Jefe del Estado de un Régimen confesional estuvieron excomulgados.
Por: José Antonio

jueves, 7 de julio de 2011

MACHADO Y LEONOR



Siempre ha sido común entre los enamorados mandarse mutuamente poemas para demostrar el amor y afecto que siente el uno por el otro. Es una forma perfecta de que la relación llegue a buen término, y si además eres un poeta profesional, el éxito esta asegurado.
Nunca unos versos le fueron tan necesarios a Antonio Machado para conseguir al amor de su vida como los que escribió allá por su juventud. Se llamaba Leonor y suspiraba por ella día y noche. Ocurrió en Soria cuando el poeta se vio obligado a vivir en aquella ciudad y a residir en una pensión en donde se enamoró de la jovencísima Leonor, hija de la dueña del establecimiento. Los días fueron pasando y no sabía que hacer para que se fijara en él. Se sentía perdido y no había manera de acercarse a su amada. Pero algo externo motivó que su cabeza de poeta comenzara a funcionar a toda máquina ya que se enteró de que un barbero la pretendía y que estaba a punto de caer en sus brazos. Por ello, un día decidió dejar “olvidado” en una mesilla de la pensión una carpeta con una serie de poemas dedicados a ella:

Ay, la niña que yo quiero
Preferiría casarse,
Con el mocito barbero.

Leonor captó el mensaje y aunque la diferencia de edad de ambos era motivo de disputa entre la familia de ella (Machado tenía 34 años y Leonor 15), el amor superó todas barreras permitiendo que se casaran el 30 de Julio de 1909. Fueron muy felices juntos, pero ella murió de tuberculosis en 1912, dejando al poeta desolado. Yo hubiera preferido morir mil veces a verla morir, habría dado mil vidas por la suya, escribió posteriormente a Unamuno.

Una historia bonita y triste a la vez, pero que ha pasado muchas veces desapercibida en las biografías del gran andador de caminos.

miércoles, 6 de julio de 2011

HUEVOS FRITOS, MIGAS O LO QUE QUIERA



El ADN español hace que cualquier acontecimiento, por muy solemne que sea, traiga consigo una serie de anécdotas propicias para ser comentadas en la tertulia de la tarde junto con un café compartido por los protagonistas de dichos acontecimientos. Los siguientes hechos ocurrieron en el año 1975, apenas unos días después de la muerte de Franco.
En España la ceremonia de coronación de un monarca tiene que ser una misa. Normalmente solía ir acompañado de un Te Deum como muestra de acción de gracias. Fueron habituales dichos Te Deum en la Guerra Civil cuando las tropas nacionales tomaban ciudades y pueblos. En la España de 1975 el anterior Jefe del Estado había fallecido dejando tras de sí casi 40 años de férrea dictadura muy influenciada por elementos eclesiásticos. Franco había fallecido el día 20 de noviembre y, al día siguiente, fue proclamado Rey don Juan Carlos de Borbón. Éste tenía la intención de llevar a España a una democracia representativa para adecuarse a la realidad de los países vecinos y, de este modo, hacer entrar a nuestro país en la esfera de las instituciones internacionales, en ese momento CEE y OTAN.
Por ello don Juan Carlos decidió que tenía que dar una nueva imagen de cara al exterior y, sobre todo, a todos los españoles quienes, en los planes del Rey, serían protagonistas en los meses posteriores. El momento de iniciar ese lavado de imagen del país tenía que ser desde el principio. Por eso había que echar la carne en el asador en la Coronación. Don Juan Carlos estaba decidido a que asistieran primeras figuras de la política europea, figuras que brillaron por su ausencia en el entierro de Franco.
Lo primero que hizo don Juan Carlos fue elegir la tipología de la misa. No escogió el Te Deum, que es una Acción de Gracias, sino una Misa del Espíritu Santo, que es símbolo del inicio de una época nueva.
Después recurrió a un amigo personal, Manuel de Prado y Colón de Carvajal, para encomendarle una misión: conseguir que el presidente de la República Francesa, Valéry Giscard d’Estaing asistiera a la Coronación, ya que sería un símbolo muy importante de cara al exterior de que el Rey tenía la intención de llevar a España hacia la democracia representativa. Manuel de Prado salió hacia París y tras muchas vicisitudes consiguió reunirse con Giscard en varias ocasiones. Éste le puso muchos reparos, diciendo que él se jugaba mucho con su asistencia a la Coronación. Hay que tener en cuenta que Juan Carlos era visto en el mundo democrático como el sucesor de Franco. En principio le pidió a Manuel de Prado el Toisón de Oro. El Rey se opuso, Giscard era importante pero no tanto. Finalmente el Presidente francés le pidió un gesto por parte del Rey que le diferenciara del resto de asistentes. Manuel de Prado se lanzó a la piscina y le propuso un desayuno personal con don Juan Carlos. Giscard aceptó porque era una deferencia que le agradaba.
Manuel de Prado regresó a España asustado porque no sabía qué reacción tendría el Rey. Pensaba que don Juan Carlos le diría algo así cómo quién eres tú para organizar un desayuno con Giscard, algo que no se iba a producir con el resto de invitados y que podría provocar recelos. Llegó a Madrid y se fue directamente al Palacio de la Zarzuela. Allí le esperaba el Rey impaciente. Manuel de Prado le comentó lo del desayuno y don Juan Carlos comenzó a reírse y le dijo: Dame un abrazo porque la presencia de Giscard bien vale un desayuno con huevos fritos, bacon, migas o lo que quiera.
Y Giscard estuvo aquí.
Por: José Antonio

martes, 5 de julio de 2011

EL LECTUARIO



Que comer bien por las mañanas antes de ir a colegio, al trabajo o de viaje, es el secreto de los campeones, es un hecho conocido por todos. Un desayuno equilibrado es la clave para pasar bien el día, con energías, hasta la hora de la comida. Esta es la  idea que los medios de comunicación nos dice a diario, y con ella bien aprendida nos sentimos bien. E igualmente, esos noticiarios, por otro lado, nos aconsejan también que el consumo de alcohol a diario es perjudicial para la salud. No es bueno beber un carajillo nada más levantarnos, a palo seco, aunque algunos trabajos duros, como el de la construcción, te hagan caer en ello con la idea de que da fuerzas y te motiva para olvidar el laboro de cada día. Pues bien, ¿Qué les parecería saber que hace unos cientos de años, aquí en España, esta idea de juntar alcohol y comida al salir el sol era de lo más normal y que no se concebía desayuno mañanero sino era acompañado de un rico aguardiente? Increíble, pero cierto.
Ocurrió en el Siglo de Oro en medio del esplendor del Imperio donde nunca se ponía el sol. En aquella España, donde era muy común que se viviera a salto de mata, la figura del comerciante ambulante era normal. Voceaban por las calles sus productos y la gente acudía a ellos para compran los productos de necesidad, de utilidad inmediata, sin tener que desplazarse en ese momento al mercado. Pues bien, uno de los productos estrellas era el lectuario, que se consumía todas las mañanas en el común de las casas españolas. Su nombre probablemente provenía del lenguaje farmacéutico, electuario, que era una nada más ni nada menos que una combinación de medicinas. A primera vista consistía en una naranjada. Pero no una naranjada como las de ahora, dulce y refrescante patrocinada por cientos de marcas comerciales. Estaba hecha con naranjas amargas, que era la única que se conocía, con sus mondas, y todo ellos regado y hundido en miel en abundancia. El vendedor ambulante lo voceaba y todo el mundo que deseara hacer el desayuno de los campeones bajaba corriendo y le pedía uno, acompañado de un poco de aguardiente que, según la creencia popular, era un desinfectante eficaz para contrarrestar las enfermedades del cuerpo como el cólera, devolverle el vigor perdido para afrontar el día y animar el ambiente para ver mejor el futuro.
Este refrigerio mañanero era cantado por los poetas de la época como Luis de Gongora en su poema Ande yo caliente:

Ande yo caliente
Y ríase la gente.
Traten otros del gobierno,
Del mundo y sus monarquías,
Mientras gobiernan mis días
Mantequillas y pan tierno,
Y en las mañanas de invierno
Naranjada y aguardiente
Y ríase la gente.

El letuario se vendía en muchas partes de Madrid y era voceado tanto en las calles como en las tabernas y mesones más finos en la puerta del Sol, la calle de Alcalá, la plazuela del Ángel, en la calle del Príncipe y de Toledo, o en la plaza de la Cebada. Era tan famoso que no escapaba a la pluma del Fénix de los Ingenios, Lope de Vega, apareciendo en la obra La locura por honra:

¿Dónde vas, que aún no pregonan
Aguardiente y letuario?

Bueno, esto ocurrió hace unos años cuantos años, así que cuando ustedes entren en un bar pidiendo unas porras con café o colacao y vean al lado suyo un rudo trabajador que entre cigarro y cigarro se mete entre pecho y espalda un buen licor, no lo amonesten ni pongan mala cara, pues están viendo historia en directo, el reflejo de una época en donde unas mondas de naranja, un poco de miel y un aguardiente eran el desayuno preferido de los españoles imperiales.

lunes, 4 de julio de 2011

TRANSPORTES CARRILLO S.A.



La Transición fue un proceso histórico único en la Historia de la Humanidad por convertirse en uno de los procesos políticos de paso de una dictadura cruel a una democracia representativa más complejos y con un final feliz, final que se consiguió sin utilizar la violencia. Durante este proceso que duró apenas un año y medio se produjeron muchas anécdotas protagonizadas por sus protagonistas. La que se va a contar a continuación la protagonizó un hombre fundamental en el desarrollo de la concepción, crianza y afianzamiento de la democracia en España: Santiago Carrillo Solares.
Todo ocurrió en el año 1976 y se produjo en la frontera de La Junquera. Santiago Carrillo era el Secretario General del Partido Comunista de España, uno de los grandes enemigos de la España de Franco, demonizado por el Régimen y exiliado desde el año 1939. Tras la muerte de Franco decidió que ya era hora de regresar a España porque, como él dijo todo se estaba moviendo en España, y yo tenía que estar ahí. Junto con su amigo Teodulfo Lagunero, empresario y catedrático, organizó su paso a España. El que era el peluquero de Picasso le preparó unas pelucas y, disfrazado inició su viaje en el coche de Lagunero junto con la esposa de éste.
Pasaron la frontera sin problemas. Como dice el propio Carrillo muchos camaradas míos habían realizado ese viaje sin problema, pero yo tenía miedo. Si no estabas fichado en principio no tenía que haber problemas, así que pasamos  a España sin incidentes. Carrillo iba vestido con un traje gris, sin gafas y con la peluca. Iba horrible, con esa peluca parecía un marica, decía entre risas Lagunero, aunque a Santiago se le puede acusar de muchas cosas, de marica no.
Pasados unos kilómetros de la frontera un control de la Guardia Civil los detiene para hacer una revisión de rutina. Estos controles eran normales. Paraban a ciertos vehículos para controlar que no se introdujeran mercancías de contrabando desde Francia. Los bajan del coche y comienzan a registrar el coche. Lo miraron todo: el maletero, la guantera, el motor, hasta el techo del habitáculo. Hacía mucho aire y Santiago se sujetaba la peluca. Yo pensaba que aquí se va a armar la de dios. Este hombre está buscando unas cajetillas de tabaco y se va a encontrar ¡con el Secretario General del Partico Comunista! Y, para colmo, enfrente de donde estábamos estacionados había un tráiler aparcado que tenía impreso en su caja con letras enormes TRANSPORTES CARRILLO, contaba Lagunero, hecho éste corroborado por el propio Santiago Carrillo.
Vamos, que más claro no se lo podían haber puesto a la Guardia Civil.

Por: José Antonio

viernes, 1 de julio de 2011

EL MISTERIO DE LA CALLE SIERPES



En nuestra Península, la sevillana Calle Sierpes es una de las más famosas entre todas las  de nuestras ciudades. Es un lugar por donde han transcurridos muchos hechos y leyendas que han enriquecido mucho al folclore de la señora del Guadalquivir. Pero… ¿por qué esta emblemática calle lleva el nombre de una serpiente, y no de otro elemento histórico o animal más glorioso? Es difícil precisarlo pues se han apartado  muchas teorías, como que por ejemplo allí había una botica  y una barbería que tenían como símbolo este sibilino animal, o que igualmente moraba entre sus casas un ilustre caballero llamado Don Álvaro Gil de las Sierpes. Pero siempre me ha gustado inclinarme por la leyenda y el mito que ha insuflado a esta calle un halo de misterio difícil de superar.
La historia nos retrotrae hasta finales del siglo XV cuando empezó a producirse una serie de desgracias en la Calle Espaderos, antiguo nombre de la calle Sierpes. Un día desapareció un niño de su casa sin que los padres percibieran ningún robo en su interior. Pero ese enigma empezó a convertirse en miedo ya que cada día empezaban a desaparecer una tras otro los niños de la calle los cuales estaban encerrados a buen recaudo en sus hogares. ¿Cómo era posible que alguien se llevara a sus seres amados delante de sus narices y con la puerta cerrada? No tenía ninguna lógica.
Las familias estaban destrozadas y no sabían como atajar los continuos secuestros, hasta que llego a la calle un desconocido que anunció que él sabía como desaparecían los niños y por qué no volvían. Todo el mundo le pregunto como salvarlos pero no dijo nada si no le prometían un premio a cambio. El desconocido dijo llamarse Melchor de Quintana y Argüeso y había estado prisionero en la cercana Cárcel de Sevilla imputado por un delito de alta traición a la corona. Dijo que era un prófugo que se había fugado por unos túneles y allí vio y presenció  algo que podía ayudar a los desgraciados ciudadanos a resolver el misterio. Les animó a seguirlo a las grutas subterráneas y allí descubrieron que entre las mohosas y frías paredes había en gran cantidad cientos de huesecitos de niños pequeños que habían sido devorados hasta dejar los huesos mondos y lirondos. Pero lo que más asustó a los sevillanos fue hallar al final del túnel la figura de una inmensa serpiente muerta con una espada clavada en el vientre y con un bracito de niño colgando de su boca. El fugitivo Melchor les dijo que en su huida de la cárcel se había perdido entre tantos caminos subterráneos y se había encontrado de bruces con aquel horrible monstruo. Para salvar su vida decidió matarlo y de esta manera supo que el terreno que pisaba esta infestado de restos de pequeños seres humanos.
De esta manera consiguió la libertad y los afligidos ciudadanos respiraron aliviados al no sentir el terror de que una gran serpiente se les colara en casa de vez en cuando y les arrebatara lo que más quería. Así que la próxima vez que paseen por esta céntrica calle sevillana párense en mitad de ella y observen que por donde han dirigido sus pasos una vez una serpiente arrastro su panza creando no solo grutas oscuras sino también el mito de este tramo de ciudad.