viernes, 30 de noviembre de 2018

LOS MENTIDEROS DE MADRID


En un mundo en el que no existía internet, redes sociales y en el que la mayoría de la gente era analfabeta, la única manera de conocer las noticias que se producían era a través de los comentarios de los vecinos y familiares. Pero si uno quería saber más acerca del Imperio debía acudir a la verdadera red social de la ciudad, en este caso a los llamados Mentideros de Corte. En Madrid había varios, por ejemplo el más grande se encontraba a la entrada de la calle Mayor en las gradas del convento de San Felipe, construido en 1546, en donde incluso también se reclutaban soldados para los tercios de Flandes. En la calle León nos encontrábamos con el de Representantes. Y en los patios del Alcázar (hoy Palacio Real) se hallaba el mentidero de las losas del Palacio. En cualquiera de ellos la buena gente de Madrid acudía a escuchar las noticias que unos y otros decían, siendo las de los covachuelistas o funcionarios de palacio las más apreciadas. En los mentideros se hablaba y discutía de cualquier cosa, ya fuera acerca de la familia real, como de los asuntos bélicos que hubiera más allá de nuestras fronteras. Aun así muchas veces, por no decir la mayoría, las noticias se trufaban de embustes y fantasías pervirtiéndose el mensaje original. Por eso aquellos lugares acabaron llamándose mentideros pues casi todo lo que se decía eran fabulaciones y mentiras.

miércoles, 28 de noviembre de 2018

EL ORIGEN DE LA PALABRA SPAM



Una de las cosas más molestas que existen dentro del universo de internet es el famoso spam. Se produce, sobre todo, cuando recibimos en nuestros correos electrónicos mensajes no deseados con fines publicitarios o comerciales. La primera vez que se produjo el envío de estos mensajes fue allá por 1978 cuando la empresa Digital Equipment Corporation reenvió de manera masiva publicidad de sus productos a través de ARPANET, la antecesora de Internet. Aun así este procedimiento no tenía todavía un nombre propio. Su origen hay que buscarlo en dos fuentes que en un principio no tienen nada que ver. Para la primera hay que remontarse a 1970 cuando el grupo humorístico Monty Python realizó un gag en el que dos clientes entraban en una cafetería y se les servía, pidiesen lo que pidiesen, carne de cerdo enlatado. Llama la atención que en el gag llamaran spam de manera reiterada a esta carne, aunque esto tiene una explicación. En 1937 la empresa estadounidense Hormel comenzó a vender carne en lata llamada “Hormel’s Spiced Ham”, que con el tiempo y sobre todo en la Segunda Guerra Mundial fue el sustento diario de muchos británicos y rusos en épocas de hambruna. Por tanto el nombre de spam provendría de las siglas Spice Ham (jamón sazonado), aunque existen otras personas que opinan que la susodicha palabra son las siglas de shoulders of pork and ham (paleta de cerdo y jamón). Aún así, sea una u otra llama la atención como el humor y  la guerra se han fusionado en un práctica informática de lo más molesta.
Aquí les dejo la url del famoso gag para que vean lo molesto que puede ser el spam:

lunes, 26 de noviembre de 2018

BREVE HISTORIA DEL ANTIGUO EGIPTO - Azael Varas


Egipto, su historia, mito y existencia, puede parecer a los ojos del hombre del siglo XXI un misterio envuelto en las tinieblas del pasado. Decía Heródoto que Egipto es un don del Nilo, y que toda su vida se movía alrededor de ese fascinante rio. Que vivían encerrados en una franja de limo fértil a espaldas de lo que había más allá de la arena del desierto que los envolvía y protegía a la vez. Esta idea ha originado cientos y cientos de suposiciones desde teorías mistéricas y conspiranoicas, hasta la creencia acerca de que mantenían una correspondencia fluida con otras civilizaciones de más allá del espacio exterior. Pero la realidad es que Egipto es más que todo ese reverso tenebroso y es bueno que el lector inquieto rasgue ese velo de ignorancia y se deje maravillar por los grandes hitos, verdaderos, que atesoraba esta gran cultura. Para ello nos vamos a detener en el libro Breve Historia del Antiguo Egipto, escrito por Azael Varas (Nowtilus, 2018).
El enfoque que nos propone el autor va más allá de una simple cronología de faraones e hitos históricos, ya que pone el foco en la historia de su civilización en general y sus maravillas. A modo de encuadre, y para ponernos en situación, en el primer capítulo da importancia a la situación geográfica de Egipto para pasar a continuación, en los siguientes, a la historia de este pueblo desde los primeros nómadas que supieron aprovechar las ventajas del Nilo hasta la caída de este mismo pueblo bajo la bota romana en el 31 a. C. Pero que no nos engañe ver el índice y el enunciado de cada capítulo pues solo son el marco de los aspectos religiosos, militares, artísticos, o de vida cotidiana, que ofrece esta cultura.  A través de esta premisa podremos fascinarnos con la historia de sus pirámides, como fueron construidas y los mitos que hay en torno a ellas. Igualmente veremos las grandes conquistas y derrotas militares que sufrieron los faraones de las distintas dinastías; y de igual manera como era el día a día del egipcio medio y los medios de subsistencia que les ofrecía el estado y su propio ingenio.
La vida en el antiguo Egipto estaba impregnada por la idea de religión y muerte. Y es por eso que a lo largo de los capítulos de este trabajo Azael Varas da una gran importancia a la preparación de los egipcios a este evento y como se concienciaban para su viaje al más allá. Por tanto nos encontraremos con la historia de las momias, la importancia de los templos y como los sacerdotes muchas veces dominaron al país y al mismo faraón y como eran los rituales y lugares donde el reino de la muerte era el dios principal. Breve Historia del Antiguo Egipto es un repaso sintético de esta civilización, desde sus inicios hasta su caída, en donde podremos conocer la vida y obra de grandes dignatarios como Hatshepsut, Akenaton, Tutankhamon, Ramsés II, los reyes Ptolemaicos… también su avanzada tecnología, sus pirámides y secretos más ocultos, o el universo que encerraban sus míticos jeroglíficos. Una oportunidad única para adentrarse en uno de los mundos más fascinantes que han existido a lo largo de toda la Historia.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

LA ESTATUILLA QUE VOLÓ AL LIMBO


En la ceremonia de los Premios de la Academia celebrados en 1938 ocurrió un hecho de lo más insólito. La actriz Alice Brady obtuvo el galardón a la mejor actriz de reparto por la película In Old Chicago, dirigida por Henry King, y en la que se narra de manera ficticia el Gran Incendio de Chicago de 1871. Cuando se anunció el premio, Alice Brady no pudo subir a recogerlo debido a que se había roto un tobillo. Aun así quien sí se subió al escenario fue un hombre elegantemente vestido con un esmoquin que aseguraba que la actriz le había dado permiso para recoger la estatuilla. Tan buen porte tenía y tan seguro de sí mismo estaba que nadie puso reparos en darle el premio, pero unos días después fue la misma Alice Brady la que aseguró que no había dado permiso a nadie para ir en su nombre. Tras las pertinente pesquisas nunca se supo quien era aquel ladrón de guante blanco y, claro está, tampoco se pudo recuperar el galardón.

martes, 20 de noviembre de 2018

EL MOTÍN DE SANTA ESCOLÁSTICA


La Universidad de Oxford es el centro de estudios superiores más antiguo del mundo anglosajón, y por ello es motivo de orgullo para los propios ingleses. Pero hubo un tiempo que esto no fue así pues durante la Edad Media los habitantes de la ciudad de Oxford consideraban a la universidad un auténtico fastidio. Como este centro, debido a su prestigio, atraía a muchos estudiantes los oxonienses estaban hartos de soportarlos y de sufrir sus bravuconadas, de la misma manera que los mismos estudiantes estaban enfadados con los oriundos de allí debido a que estos les cobraban los alquileres de las habitaciones a precio de oro. Por tanto la tensión entre ambas facciones iba creciendo y aunque pasado el tiempo los estudiantes ya pudieron pedir alojamiento en el primer colegio universitario, los ánimos estaban muy caldeados. Solo hacía falta una chispa para encender el polvorín.

Y esta se encendió el 10 de Febrero de 1355, festividad de Santa Escolástica, cuando unos estudiantes se quejaron de las bebidas que ofrecía la Taberna de Swyndlestock y de la suciedad que imperaba en el local. La discusión fue subiendo de nivel y derivó en una pelea campal. En un abrir y cerrar de ojos estudiantes y ciudadanos de Oxford estaban enzarzados en una cruenta batalla, a lo que ayudó también que las campanas de la localidad, las de  Saint Martin, y las de Saint Mary, pertenecientes a la iglesia de la universidad, comenzaran a tocar pidiendo refuerzos para ambos bandos. Esta multitudinaria pelea duró dos días y de resulta de ella murieron unos 63 estudiantes y otras tantas personas acabaron gravemente heridas.

El rey Eduardo III, tras investigar lo ocurrido, halló culpable a los oxonienses y como penitencia los alcaldes y concejales de Oxford estaban obligados a desfilar hasta la iglesia de la universidad, inclinarse ante el vicerrector y pagar la increíble suma de 63 peniques. O lo que es lo mismo a penique por cada estudiante muerto. Esta tradición se realizó hasta 1875 en el que el alcalde se negó a pagar por el Motín de Santa Escolástica.

sábado, 17 de noviembre de 2018

NO ES ORO TODO LO QUE RELUCE


Corría el año 1800 y en la ciudad de Venecia se iba a coronar a Barnaba Niccolò Maria Luigi Chiaramonti como nuevo papa, con el nombre de Pío VII. Pero cuando los cardenales  fueron a buscar una tiara papal para la ceremonia se dieron cuenta de que no disponían de ninguna. Esto se debía a que dos años antes el antecesor del nuevo papa, Pío VI,  había tenido que huir de Roma cuando las tropas francesas habían invadido el Vaticano arramplando con todos los tesoros que había en la Santa Sede, incluidas todas las tiaras que habían encontrado.  Por lo tanto Pío VII mandó construir de manera provisional una nueva tiara, pero esta vez de papel maché pintada de color oro y adornada con joyas que habían donado las buenas damas de la ciudad. Llama la atención que aunque tiempo después se volvieran a realizar tiaras de verdad, los siguientes papas prefirieran lucir la tiara falsa en las sus coronaciones debido a lo liviana que era. Pero fue el papa Gregorio XVI quien considerando esta costumbre como algo degradante mandó que las coronaciones se realizaran de manera definitiva con una tiara auténtica aunque fabricada con materiales más ligeros.