“El mundo entero al alcance de todos los españoles”
(Lema principal del No-Do)
Muchos de los que en estos momentos están leyendo estas páginas seguro que les suena las siglas No-DO. A unos cuantos les recordará, los más mayores, a una época de dictadura en España y a unos años duro de represión que quedaron atrás. A otros, los más jóvenes, lo que mejor conocerán serán su sintonía resultándoles por un lado machacona, curiosa y festivalera por otro. Y a los que vivan en Sevilla, en cambio también nos hablaran del símbolo impreso en el Ayuntamiento cercano a la majestuosa Catedral. Hagan el experimento y verán que no yerro mucho. El caso del que les estoy hablando es el típico en nuestra España. Sin saberlo opinamos, solo de oídas, pero desconociendo el significado y sentido de lo que se habla. El No-Do ha quedado mayoritariamente como una serie de documentales de vanagloria para mayor honra de un trasnochado dictador que con puño de acero sin guante de seda gobernó entre 1939 y 1975. Decimos esto y quedamos la mar de a gusto. Pero si indagamos más nos podemos llevar una serie de sorpresas demostrando con vergüenza nuestra ignorancia. Si ahora les vuelvo a preguntar ¿a qué no están tan seguros? Pues lo mismo me pasó a mí hasta que no leí el extraordinario libro, Los años del No-Do, de Rafael Abella y Gabriel Cardona, difunto hace pocos días.
Poniendo unos preliminares previos No-Do son las siglas de Noticiario Documentales Cinematográfico No-Do Presenta. Si observan una imagen impresa en cualquier libro o hemeroteca verán estas palabras impresas en relieve sobre el escudo franquista (tomado equivocadamente de los Reyes Católicos) mientras una fanfarria triunfalista suena a la vez. Música que por cierto esta compuesta por Manuel Parada autor de otras bandas sonoras como El Escándalo (1943), y Los últimos de Filipinas (1945). Éste es un buen inicio para ponerles en situación sobre dichos mini documentales que se ofrecían obligatoriamente en todas las salas de cine de España.
Las emisiones de estos noticiarios se desarrollaron en el tiempo entre 1943 y 1975. Seguramente pensaran que es lo normal, que con la muerte de Franco estas se suspendieran. Pero lo que muchos desconocerán es que el No-Do sobrevivió algunos años más. En 1976 deja de ser obligatoria su emisión en las salas de cine. En 1977 solo se emitirían como documental libre. Y finalmente 1981 será el año de su sepultura definitiva quedando solamente como un leve rastro de una España de pan y pandereta, de una España de sudor y sufrimiento. Esencialmente estas proyecciones se realizaban en las salas de cine antes de las películas al igual que ahora se emiten trailers promocionales de otros filmes. Mucha gente corría con tiempo para poder ver el noticiero, que en algunos casos se convertían en el único medio de visualizar que había más allá de sus ciudades y sus pueblos. El impacto en la población era impresionante. El ciudadano medio español se quedaba embobado durante ciertos minutos viendo otras culturas, otros mundos y otras poblaciones. Reconocían a sus grandes deportistas y sus logros, se emocionaban al ver a los grandes cantantes del momento y sus canciones más populares. Todo un nuevo universo de conocimientos frente a los ojos de quienes sufrían en el inicio de la dictadura la más fuerte autarquía que ponía en cada español una venda de ignorancia. Pero no todo fueron lindezas en los noticiarios. Vale que por un lado la gente disfrutaba con los eventos más importantes del momento, pero por otro lado estos noticiarios tenían otro componente más fuerte, el de difundir la propaganda del Movimiento y de sus dirigentes más señalados. Y sobre todo de Franco. Nota obligatoria es que saliera en las emisiones. Era el líder. El dirigente de toda persona que se sentaba frente a la blanca pantalla del cine. Omnímodo en la proyección. Desde principio a fin el eterno Caudillo salió en sus pantallas una y otra vez, y todo el mundo pudo comprobar como evolucionaba, desde la rechoncha figura al finalizar la guerra hasta la diminuta silueta mortecina con la que aparecía al final de sus días. El mundo evolucionó y con el la visión de España.
Los encargados de enseñarnos cómo cambió la vida de los españoles durante casi 40 años son los autores, Rafael Abella y Gabriel Cardona. Ambos fallecidos en poco tiempo, uno, Abella, en 2008 y el segundo, Cardona, hace unos días. Del primer autor (Barcelona 1917) decir que fue un excelente cronista de la vida cotidiana de la España Contemporánea. Aunque su carrera estaba orientada en un principio a ser químico, empezó su carrera de escritor a mediados de los años 70 con su fabulosa obra La vida cotidiana de la Guerra Civil. En su obra destacan títulos como Lo que el siglo XX nos ha dado, Por el Imperio hacia Dios: crónica de una posguerra, Anécdotas para después de una guerra (Planeta), La vida cotidiana durante el régimen de Franco, La vida amorosa durante la II República (Temas de Hoy) y Julio de 1936: Dos Españas frente a frente (Plaza & Janés). También escribió otras crónicas como La vida y la época de José Bonaparte (Planeta), Guerrilleros, el pueblo español en armas contra Napoleón (1808-1814) con Javier Nart (Temas de Hoy), y Mitos y Leyendas de España (MR). Abella colaboró en muchas obras colectivas sobre historia; en programas de radio y televisión, y apareció en las producciones de cine de La Casita Blanca y De Madrid a la luna. El segundo autor, Gabriel Cardona, también nos ha dejado recientemente. (Es Castell, 1938) Proveniente de una familia de militares, se doctoró en Historia por la Universidad de Barcelona. Movido por su oposición al franquismo, creo la Unión Militar Democrática y tras el 23-F dejó el ejército para dedicarse completamente a la enseñanza de la Historia en la Universidad. Entre la abundante bibliografía creada por Cardona destacan libros como El poder militar en la España contemporánea hasta la guerra civil (1983), Franco no estudió en West Point (2002), El gigante descalzo: El ejército de Franco (2003) o Los Milans del Bosch: Una familia de armas tomar (2005).También escribió Historia militar de una guerra civil (2006), El poder militar en el franquismo (2008), Alfonso XIII, el rey de espadas (2010) y Cuando nos reíamos del miedo (2010).
Estos dos autores a través de este magnifico libro han evocado una parte de nuestra España. Como si se tratara de una película, Abella y Cardona, despliegan ante nuestros ojos cientos de imágenes que nos enseñan como cambió nuestro país desde el hambre hasta su entrada en la misma Comunidad Europea. Utilizan una doble vía para adentrarnos en los años del No-Do. Por un lado y a modo de preámbulo, en cada sección primero se nos habla del estado y situación política, administrativa, militar, económica de la época en cuestión, para después ejemplificarlo a base de curiosidades y hechos claves que pudieron ser visto por los españoles en sus pantallas preferidas. Numerosas son las escenas que acompañan al libro y que ambos autores saben enseñarnos de manera cinematográfica. Son imágenes que para el ideario español son eternas. Por ejemplo se nos habla de las glorias de Manolete y sus increíbles pases toreros, el famoso gol de Zarra, la apabullantes victorias de Santana, o el Madrid ye ye, orígenes de nuestros éxitos deportivos actuales; la llegada de lo mismísimos Beatles a Madrid, el La La La de Massiel y su bonita sonrisa de victoria… también hay imágenes trascendentales de nuestra historia como las visitas de grandes dirigentes como Eva Perón, Eisenhower, la boda de Don Juan Carlos y don Doña Sofía, las famosísimas inauguraciones de pantanos de Franco, y muchísimas instantáneas que se han quedado en la retina como la vistosa imagen de la Guardia Mora o la preciosa semblanza de los Seiscientos. Leer este libro es como sentarse en el sillón preferido de casa y ver pasar cientos de flashes de nuestra historia más cercana.
Un libro tan necesario para enseñarnos como fuimos no podía ser contado de una manera árida y sin vida. Los autores han sabido dar vida al libro de una manera increíble. Han hecho que esas imágenes en blanco y negro recobren toda su esencia y pasen a color. Una lectura rápida y muy entretenida a la par que didáctica, que puede ser leída por cualquier persona sin menoscabo de su edad ni sus conocimientos históricos. Un libro que se lee deprisa pues engancha al lector desde la primera página y en donde habrá momentos en que una sincera sonrisa de añoranza cruce su rostro pues muchas de las imágenes y escenas narradas en el libro nos hará recordar aquello que nos contaban nuestros padres o que hayamos vivido personalmente. Es un libro muy ameno, se lo aseguro. La Historia de España reciente a través de un noticiario que encandiló a cientos y cientos de miles de españoles durante cuatro décadas y que más de uno recordará o con cariño o con cierto resentimiento, pero que nunca dejó a nadie indiferente pues las escenas que emitían eran parte de nuestra historia y nuestro ser.
Les dejo, pero no quiero retirarme sin recomendarles de nuevo este libro de Rafael Abella y Gabriel Cardona, Los años del No-Do. Aunque no sean muy amantes de la historia o de la historia final del siglo XX en España, es un libro que merece la pena leerse, por su lectura rápida, entretenida y en algunos momentos hasta divertida y que les enseñara como vivían nuestros padres y nuestros abuelos. Además la lectura de este libro es única, por no decir necesaria, ya que al leer cada pagina y observar cada imagen de nuestro ideario colectivo hacemos un pequeño homenaje a estos dos autores que desgraciadamente nos dejaron con tan poco tiempo de diferencia y que nos mostraron una historia en la que nosotros somos una pequeña parte.
Los años del No-Do. Las imágenes de nuestra vida.