“He leído algo
de historia, por obligación, pero no veo en ella nada que no me irrite o no me
aburra (…) Hombres que no valen gran cosa, y casi nada de mujeres, ¡es un
fastidio! “
La abadía de Northanger, Jane Austen
En el Penn
Museum de Filadelfia (Estados Unidos) nos podemos encontrar con un gran disco
de alabastro de época acadia en el que observamos una especia de desfile de
personas que miran en dirección a una sede vacante. ¿A quién está dedicado este
disco? ¿A algún dios de la mitología antigua o tal vez a la memoria de un todo
poderoso rey conquistador y subyugador de cientos de pueblos? Pues no, ni lo
uno ni lo otro. Esta obra en piedra nos habla de una mujer llamada Enheduanna,
la cual está considerada la primera mujer escritora de la historia. ¿Les
sorprende no haber oído hablar de ella alguna vez? No se preocupen, no es que
sea por ignorancia sino que por culpa de la misoginia en la historia el nombre
de esta gran escritora ha permanecido en el olvido. Fíjense que ya en su época su
nombre ya fue borrado por los propios sacerdotes quienes consideraban que esta
suma sacerdotisa, por su condición sexual, era una aberración para su tiempo. Y
este dato que les traigo es solo un breve ejemplo de cómo la mujer ha sido
arrinconada en la memoria de los siglos que nos han precedido. Es por ello que
nos alegramos en sumo grado al observar como la editorial Nowtilus, en su
colección Breve Historia, nos hace llegar uno de esos libros que deben no solo
tenerse entre los estantes de nuestras bibliotecas caseras, sino que también
debería ser de lectura obligatoria en los centros educativos para comprender
como evolucionó la mujer a través del tiempo. Con todos ustedes, Breve Historia de la Mujer escrito por
Sandra Ferrer Valero.
Nuestra autora
hace un recorrido de cómo ha sido el papel de la mujer en la Historia y cuál ha
sido el papel que ha juzgado a la sombra de los hombres y cómo poco a poco ha
ido igualando su condición sobre todo a partir a principios del siglo XX hasta
nuestros días en el que todavía faltan muchas cosas para que esa igualdad sea
total (como eliminar la barrera salarial existente entre hombres y mujeres o
barrer para siempre la lacra de los feminicidios que nos golpea día sí y día
también). Breve Historia de la Mujer
comienza su andadura por la Prehistoria en la que desmitifica la clasificación
tradicional entre hombres cazadores y mujeres recolectoras; prosigue con su
condición en la antigüedad, Egipto y Mesopotamia, en donde curiosamente existen
ciertas libertades otorgadas a la mujer que no se darán hasta siglos
posteriores, continuando por su regresión en tiempos de Roma y Grecia donde el
gineceo actúa muchas veces de cárcel hogareña. Aún así este estado es mucho
mejor que el que vivirán las mujeres en tiempos del cristianismo medieval y
moderno donde su papel es efímero y subyugado a la sociedad patriarcal
existente. No será hasta la Ilustración y el siglo XIX que las mujeres no
empiecen a tomar conciencia de sí mismas, sobre todo a partir de su inclusión
en el mercado laboral y en los movimientos sufragistas de ese siglo y de
principios del XX. Curiosamente serán las guerras, la Primera y la Segunda, las
que más hagan por el sexo femenino en consideración a su capacidad de trabajo
ya sea sustituyendo a los hombres en sus puestos en la retaguardia o actuando
valientemente en el frente. Los movimientos feministas de mediados y finales
del siglo XX fueron un auténtico aldabonazo en la conciencia colectiva haciéndonos
comprender que la Historia no es cuestión de sexos sino de igualdades y
reconocimiento mutuo. Estos movimientos serán los que nos enseñen de una vez
por todas el merito que tiene la mujer no solo ahora sino en los siglos pretéritos.
La lectura de Breve Historia de la Mujer, nos señala
dos direcciones. Una como su historia ha sido injustamente denostada hasta los
meramente anecdótico, y dos, como se la ha silenciado ya sea por la incultura
de los hombres al considerarlas desde siglos como seres inferiores o débiles o
por miedo de la cultura patriarcal que no podían concebir como las mujeres en
muchos casos sean igual a ellos o incluso más inteligentes. Lo que hace esta
obra de Sandra Ferrer Valero, es mostrarnos a todos el duro camino que han
tenido que sufrir y como han sido ignoradas por una Historia hecha por y para
los hombres. Así pues nos encontramos con un ensayo que ha de ser
complementario a los libros existentes para así comprender del todo como
fuimos, convirtiéndose en la pieza esencial que falta en nuestra
historiografía. La autora no centra su foco en los pocos personajes femeninos principales
que la historia nos ha dejado, sino que abre más su mira y nos enseña la
condición de toda mujer ya fuera reina o sirvienta, princesa o dama de compañía,
guerrera o sabia. Esta Breve Historia recoge el testigo de todas ellas y da luz
a una apasionante historia que ha de ser conocida por todos. Es por ello, y ya
termino esta humilde reseña, que les animo a leer sin falta esta gran obra con
la que conocerán a las grandes olvidadas de la Historia además de poder
desterrar para siempre los tópicos injustos con las que las han envuelto muchos
historiadores.