viernes, 18 de mayo de 2018

EL CUADRO MULTIUSOS DE GOYA


En el Museo de Historia de Madrid se encuentra un cuadro de lo más peculiar, un lienzo que según los vaivenes de la Historia fue retocado una y otra vez a gusto de los gobernantes que hubiera en ese momento. El cuadro en cuestión se llama Alegoría de la Villa de Madrid y fue pintado por Francisco de Goya y Lucientes en 1809. Como se puede ver por la fecha en que se realizó la obra las tropas francesas ocupaban ya Madrid, y es por eso que las autoridades municipales encargaron un cuadro al artista aragonés para agasajar al nuevo monarca. Para ello Goya dispuso la pintura de la siguiente manera: en el centro podemos ver a una mujer vestida con una leve túnica blanca, tocada con una corona de oro y rodeada por varios ángeles. A sus pies aparece un escudo de la Villa de Madrid (con el oso y el madroño), mientras señala con un dedo un óvalo que tiene a su izquierda. Y es precisamente ese óvalo lo más interesante de la obra. En un principio, y como ya he indicado antes, aparecía la efigie de José I, hermano de Napoleón, pero cuando las tropas francesas abandonaron Madrid tras la Batalla de Arapiles (1812), rápidamente fue borrado de escena y sustituido por la palabra Constitución. Aunque este cambio duró poco ya que al volver el rey de nuevo a Madrid Goya tuvo que repintarlo poniendo otra vez el retrato de José I.

Cuando terminó la Guerra de la Independencia, las autoridades volvieron a encargar a Goya que eliminase al anterior rey y pusiera a Fernando VII en el óvalo, y como el pintor ya debía andar algo mosca con el encargo o tal vez porque no soportaba al rey, hizo un retrato bastante horrible por lo que en 1826 se ordenó a otro pintor que rehiciese el pobre trabajo Goya. Fueron pasando los años, y de la misma manera las ideas políticas, ya que en 1843 se ordenó borrar la efigie de Fernando VII y cambiarla por un dibujo en el que aparecía un libro homenajeando a la Constitución de Cádiz. Y finalmente, 30 años después, en 1873, otro alcalde de Madrid, el liberal Marqués de Sardoal, harto de los vaivenes que sufría el cuadro de Goya, hizo que se eliminase lo anterior y se dejara un letrero en el que figurara una fecha que enorgulleciera a todos los españoles por igual: 2 de Mayo de 1808. Inscripción que todavía hoy figura en el cuadro… de momento.