jueves, 23 de mayo de 2019

BREVE HISTORIA DEL LIBERALISMO - Juan Granados



Ya lo aseveró don Alonso de Quijano en el celebérrimo Don Quijote de la Mancha: La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida. Es en verdad lo más cierto que existe en este mundo. Por encima de las riquezas, y tal vez de la salud, todos queremos ser libres. Desde la persona que está presa, a la que se siente agobiada en su labor diaria, o que simplemente desea gobernar el timón de su existencia, la libertad es el anhelo al que se aspira sin ninguna duda. Pero la libertad además de ser algo por lo que luchar también puede ser objeto de estudio ya que su definición y práctica es un elemento que se ha ido analizando y poniendo en práctica de distintas formas a lo largo de la historia. Grandes mentes y grandes revolucionarios están detrás de ella y por ello es interesante que posen sus ojos en el libro que hoy les traigo: Breve Historia del Liberalismo, escrito por Juan Granados (y editado por Nowtilus) en donde podremos recorrer la historia del pensamiento libertario desde la antigüedad hasta nuestros días. Recuerden, la libertad debe ser estudiada y entendida ya que es un bien supremo de la raza humana.

El problema, por llamarlo de alguna manera, de la libertad proviene de la misma palabra pues actualmente se confunde mucho con la derivada del despiadado liberalismo económico de hoy en día. Esta confusión se produce en los tiempos actuales tal vez debido a las crisis económicas que venimos sufriendo y en las que han sido participes políticos de nueva ola que afirman ser de pensamiento neoliberal. Es por ello que se cree que, por ejemplo, el liberalismo económico es algo inventado en la actualidad y que supuestamente se imbrica en la idea suprema de Libertad con mayúsculas. Así pues, para desfacer este entuerto y deshilvanar el nudo gordiano de la ignorancia traemos al escritor y erudito Juan Granados para que nos lo aclare de forma precisa y didáctica. Y para esto nuestro Virgilio particular efectúa un recorrido de la idea de libertad desde sus orígenes. Como ya he indicado la libertad no es un invento de nuevo cuño. Ya en la antigua Grecia y Roma, aquí de la mano de Cicerón, se estudiaba la defensa de la individualidad y como el buen gobierno debía velar por ella. De ahí pasaríamos a la Edad Media (sí, en ese periodo también existía la defensa de la libertad) y al renacimiento del llamado pensamiento neoplatónico cabalgando a lomos de las llamadas utopías libertarias.

Pero donde verdaderamente podemos observar esa defensa del ser humano es en Inglaterra, en concreto en la revolución que efectuó Cromwell contra su rey en 1648. Tras luchar contra la tiranía del monarca aplicó lo que podríamos llamar el primer liberalismo político en donde se establece que los hombres son iguales ante la ley además de afianzar el parlamentarismo en la neblinosa isla de Albión. Esta época fue fecunda en cuanto a estudiosos y filósofos que estudiaban la esencia de la libertad y como debe regir la felicidad de los habitantes de un pueblo y por ende de la humanidad. Spinoza, John Locke y Hume, Thomas Hobbes o el utilitarismo de Jerermy Bentham nos enseñaran como se concebía o como se debía concebir la libertad por aquellos años. Evidentemente estos pensamientos no se quedaron en el Viejo Continente sino que viajaron más allá del océano y acabaron recalando en la fértil tierra americana. Benjamín Franklin y Thomas Jefferson la tomaron como abanderado de su revolución y de la nueva constitución del país y personajes como Adam Smith o John Stuart Mill pusieron los cimientos de lo que hoy es conocido como liberalismo económico en donde se promulga la libertad de comercio entre los hombres, se premia la iniciativa privada y se defiende la menor intervención del gobierno sobre los negocios privados. Es decir una especie de laissez faire, laissez passer, o lo que es lo mismo vive y deja vivir.  

La Revolución Francesa y la Guerra de Independencia Española y sus liberales gaditanos de 1812 son un verdadero aldabonazo político e ideológico en los comienzos del siglo XIX. Con el romanticismo hay un fuerte sentimiento de libertad en Europa y distintos tipos de concepciones libertarias desde la que imponen los liberales tras las guerras napoleónicas hasta las más doctrinarias que se impondrán pasadas las revoluciones de los pueblos europeos en la llamada Primavera de los Pueblos de 1830 o  1848. Pero cuando la burguesía se afianza en el poder durante la segunda parte del siglo XIX se vuelve más conservadora y por tanto pasamos de un liberalismo revolucionario a uno más cerrado. Ya en el siglo XX Juan Granados estudia la situación de las ideas libertarias a través de los grandes pensadores como Keynes, Popper, Ludwig von Mises o la escuela austriaca, entre otros,  e incluso asistiremos al llamado Liberalismo Triste en el que se estudia la dura situación del concepto de libertad pasado el desastre de la Segunda Guerra Mundial. Y de esta manera llegamos a nuestros días y en cómo, ya lo mencionamos al principio de esta humilde reseña, la libertad personal y colectiva se confunde con el exacerbado liberalismo económico que azota las crisis actuales. Breve Historia del Liberalismo, además de recorrer de manera divulgativa la historia de pensamiento libertario,  intenta analizar las injusta confusión de pensamientos que sufre el concepto de libertad y liberalismo económico en el siglo XXI y en como temas tan delicados como los desahucios, la especulación de los bancos y la avaricia de los ricos y de las multinacionales pueden desvirtuar el concepto puro de libertad por el que los hombres de toda la historia han luchado con pasión.