martes, 9 de agosto de 2011

EL PELIQUEIRO



A casi 73 kilómetros de Orense, hacia el Este se encuentra el bello pueblo de Laza. Se puede decir que tiene uno de los carnavales más largos de toda la Península Ibérica pues comienzan a llamar al espíritu de la fiesta desde la mismísima  última campanada de fin de año. Pero la gran figura y eje de estos Entroidos o Antroidos, que es como se denomina el Carnaval en Galicia, es un peculiar personaje llamado El Peliqueiro.

Parece ser que el origen del Peliqueiro es bastante dudoso, y los expertos del lugar se inclinan a que la figura del pícaro Peliqueiro esta inspirada en los recaudadores del Siglo XVI que trabajaban para los Condes de la Comarca; o que también se trate simplemente de evocar a los antiguos levantadores de caza y por ello lleven a su espalda unas enormes chocas o cencerros para espantar y hacer salir con su ruido a los animales de su escondrijo.

Se trate de hábiles recaudadores o de intrépidos cazadores en pos de una presa, lo más característico del Peliqueiro es su traje. Es un orgullo para cualquier habitante de Laza ser elegido para encarnarlo, y por ello y por lo dificultoso de su puesta a punto es ayudado por algún familiar a disfrazarse en su hogar. Parecido al Cigarrón de Verín, el traje consta de varias piezas: llevan una careta de madera de abedul rematado por una especie de mitra en la que se dibuja con mano maestra un motivo animal, normalmente fiero, y a los lados de ella se dejan caer unos pompones denominados en el lugar como pondóns. El Peliqueiro también lleva puesto una chaquetilla, camisa blanca con encajes, corbata, faja, pantalones bombachos o calzones cortos, medias rojas con ligas y zapatos negros. Junto con toda esta ropa porta uno de los elementos más característicos del traje, la zamarra o fusta para azotar a los viandantes que no le respeten, y seis chocas a la espalda de kilo y medio cada uno agarrado a un cinturón de piel que previene a la gente de la llegada del pícaro azotador.

El Peliqueiro es el rey durante los carnavales, y por ello ha de ser respetado si uno no quiere ser sorprendido con un latigazo en la espalda. Es el dueño absoluto de la fiesta y vigila siempre que nadie rompa el orden en el Carnaval de Laza.