lunes, 7 de mayo de 2012

EL RIOJANO, CONFITERÍA CENTENARIA



Es una de las pastelerías más antiguas y señoriales de Madrid y si deciden dar un bonito paseo por la zona centro de la capital la encontrará en el número 10 de la Calle Mayor. Fue fundada por Dámaso Maza, oriundo de la Rioja, en 1855 siendo el mismo pastelero personal de la reina María Cristina de Hagsburgo. Desde ese día este establecimiento fue considerado como proveedor oficial de la Casa Real endulzando la vida a reyes, reinas e infantas que han traspasado sus bellas puertas.

Al no tener descendientes, la pastelería pasó a las manos de dos maestros pasteleros que, para perpetuar el linaje, decidieron unir a sus hijos en matrimonio. Desde entonces siete generaciones han tomado las riendas del establecimiento, siempre con la divisa de la calidad y la tradición en su espíritu. Por su interior no solo han pasado gente de alta alcurnia sino grandes pensadores y escritores, como por ejemplo Jacinto Benavente. Al igual que ellos nosotros tenemos la oportunidad de traspasar su umbral y maravillarnos con los sobrios estucados del techo, las luminosas lámparas de estilo isabelino, los finos mármoles de Carrara o los vetustos mostradores de época hechos de caoba traída de Cuba. Como curiosidad, se dice que los muebles fueron hechos en el mismo interior para evitar rozarlos al entrar y que cayeran en manos de rateros y amigos de los ajeno. Pero su belleza no se queda solamente en su interior sino que en la misma fachada, en donde el visitante puede observar la placa que el Ayuntamiento de Madrid le concedió por ser establecimiento centenario y que fue decorada por el recientemente fallecido Mingote, es de admirar el espectacular toldo  fechado en 1892 que aunque ha cambiado varias veces la tela debido al paso del tiempo sigue conservado los mismos engranajes de toda la vida.

La pastelería El Riojano sabido atesorar en su interior la calidad de sus productos y la sabiduría de manos expertas por lo que ha conseguido gracias a su labor numerosos premios desde que fue fundada por Dámaso Alonso a mediados del siglo XIX, destacando entre ellos el de la Exposición Aragonesa de 1868 o el prestigioso Fomento de las Artes de 1871.