Está el hoy abierto al mañana
mañana al infinito
Hombres de España:
Ni el pasado ha muerto
Ni está el mañana ni el ayer escritos. (Antonio Machado)
Como dijo un jesuita, días después del atentado y asesinato de Carrero Blanco (20 de Diciembre de1973), “al principio sólo escuche un ruido sordo, como un taponazo”. Sin quererlo, este religioso había elegido el símil perfecto para indicar cómo fue aquel comienzo de la Transición española, un auténtico chupinazo que inauguraba una década que año a año no dejaba tregua al ciudadano medio con cientos de noticias pareciendo que tras una época de encierro las puertas del mundo se abatieran sobre los destino del país. Y he aquí que este libro de Juan Eslava Galán ha venido a relatarnos como fueron aquellos cruciales años en que el destino de España estuvo más de una vez bailando sobre la cuerda floja, junto al precipicio de una nueva guerra, haciendo que los periódicos o la radios se convirtieran en las herramientas diarias para saber a dónde podríamos llegar.
El autor desgrana una parte crucial de nuestra reciente historia desde el atentado del presidente Carrero Blanco en aquella fría calle madrileña de Claudio Coello, hasta las elecciones de 1982 donde un exultante Felipe González consigue que de nuevo fuerzas de izquierdas gobiernen en nuestro país. Si se observa con detenimiento y altura de miras, se dará cuenta de que durante aquellos nueve años el ritmo de novedades en la política fue espectacular. Un auténtico geiser de cambios que no podían dejar indiferente a nadie. A saber: La muerte de Carrero Blanco; el fracaso del espíritu renovador del 12 de Febrero que propuso el timorato Arias Navarro (alias Carnicerito de Málaga) ; los contactos con las fuerzas políticas y la creación de otras nuevas; la muerte de Franco y la llegada al trono del Rey Don Juan Carlos con toda una nueva corte de juancarlistas que antes habían sido juanistas; la Constitución; cambios en las mentalidades políticas haciendo que la transición fuera más bien llamada Transacción debido a que nadie quiso ya ser falangista o de ultraderecha diciendo que todos habían sido demócratas en conciencia y ocultos; la legalización del “coco comunista”, el boom de las autonomías y las elecciones donde se perfilan ya grandes vencedores como la UCD de Suárez, el PSOE de González o Alianza Popular de Fraga, y grandes perdedores como el PCE de Santiago Carrillo o Fuerza Nueva; los terribles asesinatos de ETA, el GRAPO, FRAP o fuerzas de ultraderecha que hicieron peligrar la recién inaugurada democracia, produciendo que todo desembocara en el fracasado y chapucero golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. Y así hasta terminar con la victoria del PSOE en las elecciones de 1982, dejando abierta la incertidumbre de qué nos traerá el futuro.
Estos temas son solo un ejemplo, y muchos los quedo en el tintero debido a la brevedad de esta reseña, que aparecían continuamente en las primera planas de los principales periódicos. Pero que el lector no piense que este libro es solamente un catálogo de política y hechos económicos, sino que éstos son solamente los principales ejes por los que los personajes de este ensayo circulan. Hay que recordar que La década que nos dejó sin aliento pertenece a la serie que ha hecho Juan Eslava Galán sobre el devenir de los españoles a través del siglo XX. Concretamente de la última mitad. En este soberbio libro podemos seguir viviendo las vicisitudes de los personajes arquetípicos que nos han acompañado desde Los años del miedo. Aunque ya han pasado algunos años todavía quedan algunos vivos como el multimillonario sin escrúpulos Chato Puertas, el baqueteado Vicente González, o por ejemplo los desarrapados Mediopedo, Burro Mojado o Engañabaldosas. En este último punto también se añaden nuevos personajes que representan esta nueva España que no vive para sustos como los estudiantes marxistas Paquito y Pepón Ramírez que dibujan un nuevo tipo de sociedad que ya no tiene nada que ver con el franquismo y tienen a la Guerra Civil como un recuerdo lejano de una época muy pero que muy antigua. Todos ellos, los antiguos y los modernos, viven pendientes del día a día, pues es como se vivió aquella época. Se reciclan y se transforman, no quieren quedarse atrás pues los antiguas falangistas entierran sus camisas en lo más hondo de sus armarios junto con las fotos de Franco enmarcado en plata, y se enfundan trajes de pana para así llegar de nuevo a la poltrona y llenar el estomago con su nuevo ídolo, el dinero. No es tiempo para ideas políticas trasnochadas, sino para cambiar de chaqueta continuamente. El mensaje que continuamente nos señala Eslava Galán es que la conciencia y los principios de muchos políticos fueron barridos de un plomazo no siempre por el bien común de la democracia sino por sobrevivir en el concierto político.
Como se observa en toda la serie de ensayos, aquí también, el tono del libro es directo, humano y rociado continuamente con el estilo eslavaganiaco en donde la ironía y el humor (a veces incluso negro) lo llena todo. La política y los hechos de alto copete están unidos junto a capítulos en los que se nos habla de cómo vivíamos en aquella década, cómo era la sociedad de consumo en la que los españoles nos reenganchamos junto a los demás países de Europa, qué veíamos en la televisión (ya en color), o como eran las nuevas tendencias en moda y entretenimiento en donde hechos tan insólitos como el destape hacían aflorar las mentes dormidas y subyugadas por años de censura. No se si Juan Eslava Galán tendrá pensado sacar una nueva parte (esta parece la última) pero si no fuera así hay que reconocer que este último libro La década que nos dejó sin aliento es el perfecto broche final a una saga que nos ha recordado como hemos y como somos los españoles, cuáles han sido los pasos que hemos dado para llegar a donde estamos y sobre todo lo que hemos conseguido con muchas lagrimas y alguna que otra risa.
El león Malospelos (amigo del león Benavides) del dibujante José Ramón Sanchez