Actualmente la salsa más famosa en el mundo es el Ketchup. Lo echamos a las patatas fritas, hamburguesas, a distintos platos para aderezarlos y darles un toque más excitante… pero ¿de dónde viene? Su origen hay que buscarlo en el extremo Oriente, justamente en China, y en concreto en una salsa picante llamada Ketsiap que se echaba por igual a carnes y pescados. Los ingleses a finales el siglo XVII lo exportaron a Europa con el nombre de Catsup, y en 1711 obtuvo su verdadera denominación como Ketchup, aunque ambos nombres convivirían durante algún tiempo en el mercado.
Pero no fue hasta 1876 que no se creó la verdadera receta del Ketchup como nosotros la conocemos hoy en día. Hay que darle las gracias al estadounidense Henry J. Heinz que pensó en añadir tomate al producto. Primero fue a base de tomates naturales, pero cuando se dio cuenta de que el Ketchup caducaba muy pronto pensó en añadir vinagre a los tomates para que la conservación de la salsa fuera mayor. Desde aquel momento el Ketchup se convirtió en el producto estrella de la marca Heinz & Nobel.