En Madrid, en el
barrio de la Latina, y más en concreto en la Plaza de la Puerta Cerrada existe
un curioso mural pintado en la fachada, obra de Alberto Corazón, en la que
aparece una viga rodeada de lenguas de fuego apoyada sobre una gran piedra, que
reza lo siguiente:
Fui sobre agua edificada, mis muros de fuego
son.
Mucha gente pasa
por esa plaza y piensa que es una pintada más, pero si nos paramos un momentos
nos daremos cuenta que se trata de un mensaje que habla sobre los orígenes de
la ciudad. Para comprenderlo hemos de dividir el mensaje en dos partes:
-“Fui sobre agua
edificada…”: hace referencia al lugar de edificación de Mayrit, nombre de la
antigua fortaleza musulmana, que tiempo después se convertiría en la gran
ciudad que es hoy. Pues bien parece ser que los árabes eligieron este lugar por
las muchas aguas subterráneas que había, ideal para subsistir en caso de
asedio, y porque cerca de allí también existía un arroyo (actual Ronda de
Segovia).
-“Mis muros de
fuego son…”: Una fortaleza esta rodeada de una muralla de piedras. Ésta en
concreto fue construida con piedras de sílex, o pedernal, que cuando recibían
el impacto de flechas, sobre todo de noche, las puntas metálicas producían
chispas que desde lejos parecen lenguas de fuego.
Esta es la
singular historia que encierra esta enigmática frase, así que cuando pasen
alguna vez por allí, seguro que se paran un momento y se acuerdan de cómo empezó
todo en la capital de España.