Fuente: Curiosidades y anécdotas de Madrid, de María Isabel Gea Ortigas
En el día de hoy en que escribo este relato, aquí en Madrid, es el día de la Santa Patrona de la ciudad, La Virgen de la Almudena. Esta imagen esta rodeada de leyendas, siendo desconocidas en muchos casos por los mismos madrileños. Por eso es bueno que hoy las rescatemos del olvido.
Corría el año 722 y las fuerzas moras estaban a punto de acercarse a la villa, llamada en un futuro Magerit por la ciudadanía ismaelita. Antes de que aquellas huestes llegaran y tomara la fortaleza un herrero decidió esconder la imagen de una virgen dentro de los muros de la muralla. Pasó el tiempo y parecía que el testigo de esta imagen se iba a perder en la memoria de los cristianos pero no fue el caso llegando este relato a los oídos del rey Alfonso VI (incluso hay quien opina que la historia de la virgen oculta se la contó el mismo Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, a su rey).
Así que una de las primeras cosas que hizo este monarca cuando ocupo la villa en 1085 fue comenzar la búsqueda de la imagen en los exteriores de la muralla. Durante nueves días se hicieron procesiones y plegarias alrededor de ésta, pero nada daba resultado. A punto estaba de abandonarse la búsqueda, cuando una de estas procesiones, a la altura de lo que es hoy la Cuesta de la Vega, observó como uno de los cubos de la muralla se resquebrajaba enseñando en todo su esplendor a la virgen flanqueada por dos cirios que fielmente la habían alumbrado durante los 363 años que había durado su exilio. Pasado un tiempo la imagen de la Virgen de la Almudena se trasladó a la desaparecida Iglesia de Santa María, que fue demolida en 1868 para ampliar la Calle de Bailén. Curiosa historia que mezcla historia y leyenda a la vez y que es bueno que los buenos madrileños de pro la conozcan.
Aunque se me olvida comentarles algo importante ¿por qué se la llamó Almudena? Existen, por lo menos, dos versiones importantes. La primera remite a la palabra almud (medida agraria), ya que la comitiva que descubrió la imagen de la virgen en la Cuesta de la Vega se dieron cuenta de que al lado del muro existía un deposito de grano (o almudit), por lo que pasado un tiempo los buenos cristianos empezaran a dejar un almud de grano para los gastos del culto. La segunda versión nos dice a la virgen se la empezó a llamar de la Almudena en recuerdo a la almudayna o ciudadela en la que fue encontrada. Cada uno que elija la que quiera pues ambas son de gran belleza.