lunes, 18 de agosto de 2014

¿POR QUÉ SE UTILIZA EN LAS BODAS LA “MARCHA NUPCIAL” DE MENDELSSOHN?



El origen de esta tradición hay que buscarlo en la boda de la princesa Victoria de Sajonia-Coburgo-Gotha, hija de la reina Victoria de Inglaterra, con el heredero de Prusia, Federico III, celebrada el 25 de Enero de 1858. Según parece esta joven era una auténtica melómana y cuando fue a elegir los temas musicales para el enlace, no dudó en escoger la Marcha Nupcial de Mendelssohn para el momento en que se acercara al altar, y el Lohengrin de Wagner cuando se acabara la ceremonia. A la princesa le gustó esta primera composición debido a que, por un lado, ésta era parte del conjunto de músicas que acompañaba al Sueño de una noche de verano, obra que compuso en 1827 basada en la obra teatral homónima de William Shakespeare y que por ello imprimía una atmósfera de fantasía e ilusión al momento en que los dos contrayentes se ven por primera vez en el altar, y por otro a un homenaje que la joven quería hacer a su futuro marido.

Esta pieza musical, que se acabaría siendo la más conocida del compositor, años antes, había sido estrenada en 1843 en el Palacio Real de Postdam, y fue el mismisimo rey de Prusia, Federico Guillermo IV, quien encargó a Mendelssohn una música incidental que acompañara a los diferentes momentos en que se desarrolla la obra de Shakespeare. Para ello el compositor introdujo una marcha nupcial entre los actos IV y V que celebran las bodas de Teseo e Hipolita, Demetrio y Helena, y Lisandro y Hermia.