Pedro Arias
Dávila, también conocido como Pedrarias
(1440 – 1531) fue gobernador de Panamá y llegó a tener bajo su mandato a grandes
personajes como Pizarro, Almagro, o Hernando de Soto, entre otros. Este hombre
era muy cruel con los indígenas y también muy supersticioso ya que siempre se hacía
acompañar de un ataúd para representar su entierro allá donde fuere. Parece ser que esta costumbre la había adquirido
años antes de viajar a América cuando sufrió un ataque de catalepsia y fue
enterrado por equivocación. Así que este mismo ritual lo repetía cada año para
celebrar el aniversario de su resurrección. Es más, incluso hacía que le
llevaran a la iglesia del lugar dentro del ataúd para despertar milagrosamente
en medio de la celebración eucarística y gritar a sus hombres: “Don Pedro Arias
no teme a nada, ya murió y a la misma muerte venció”. Con esto no solo
celebraba la fecha de su falsa muerte sino que también aumentaba la moral
de sus soldados. Aun así, este siniestro ritual no le sirvió de nada ya
que murió en 1531 en la ciudad de León (Nicaragua) con 90 años.