domingo, 29 de julio de 2018

PROMETER EL ORO Y EL MORO


Se dice que alguien ofrece el oro y el moro cuando promete algo desmesurado e imposible de realizar. Para conocer el origen de esta expresión hemos de remontarnos al reinado de Juan II de Castilla cuando un grupo de caballeros jerezanos apresaron en 1426 a Abdalá, alcaide de la ciudad de Ronda (Málaga) y a su sobrino Hamet. Después de varios días de negociación estos caballeros liberaron al alcaide tras recibir una fuerte suma de dinero por su rescate, pero se negaron hacer lo mismo con el sobrino. El rey, cuando se enteró de este hecho, solicitó que liberaran igualmente al reo que quedaba pero éstos, a instancias de la esposa del capitán, respondieron que solo lo liberarían si se pagaban cien doblas más. Esta vez el rey, enojado en grado sumo, tomó cartas en el asunto e hizo que trasladaran a Hamet a la corte con la promesa de liberarlo después. Esto hizo que mucha gente sospechara que el rey Juan quería tener cerca al moro para pedir posteriormente una suma mayor de oro y quedarse después con él.