jueves, 1 de agosto de 2019

LA OLIMPIADA QUE NO PUDO LLEGAR A SER


En el verano de 1936 se realizaron en Alemania los XI Juegos Olímpicos de la Era Moderna y a ella acudieron muchos países con grandes atletas a la cabeza con la intención de colgarse al cuello la meritoria presea de oro. Pero hubo un país que no quiso acudir, en este caso fue la reciente República Española que con ello realizaba un boicot como protesta por los abusos que realizaba el régimen nazi de Adolf Hitler además de considerarlo un evento totalmente burgués en el que se enaltecía el fascismo. Así pues en respuesta a esta olimpiada decidieron crear otra alternativa, llamada la Olimpiada Popular, en la que se reflejara por un lado los valores de la clase trabajadora y por otro el espíritu puramente deportivo y fraternal que debería reinar en un evento de este tipo. Anteriormente la ciudad de Barcelona había competido con Berlín con la intención de realizar los Juegos Olímpicos de ese año pero como entonces no pudo ser es por ello que el gobierno republicano decidió que  la Olimpiada Popular, también conocida como la Semana Popular de los Deportes y el Folklore se realizara en la ciudad condal entre el 19 y el 26 de Julio. La organización de este evento deportivo no fue un gran problema para las autoridades ya que Barcelona contaba con el enorme estadio de Montjuic y unas buenas instalaciones hoteleras heredadas de la Exposición Internacional de 1929. A esta olimpiada alternativa acudieron un gran número de competidores, alrededor de seis mil atletas que representaban a un total de 22 países, pero el 18 de Julio, cuando estaban a punto de inaugurarse los juegos, se produjo el alzamiento miliar que condujo a nuestra cruenta Guerra Civil dando al traste con la aventura que hubiera sido aquella Olimpiada Popular de Barcelona.