domingo, 12 de junio de 2011

UNA TARDE EN LA FERIA DEL LIBRO

Es una de las fechas más especiales del año, pues no solo los mejores escritores nos enseñan sus rostros, sino que la mayoría de las veces antecede a la entrada del verano y se va notando el calorcito. Esta tarde me he dado una vuelta con mi esposa pensando que habría poca gente, pero que equivocado ya que ¡estaba a reventar!, parecía más una gran maratón que una feria de libros anual. Muy curioso, la verdad. Cientos de casetas me flanqueaban a ambos lados y era precioso ver a miles de lectores y a un buen numero de escritores confraternizar unos con otros, juntos, más allá de la frontera del libro que portamos diariamente. Mi punto de mira estaba dirigido a dos escritores en concreto, la caseta 108 donde estaba Nieves Concostrina firmando junto a Forges y su esposa Pilar Garrido Cendoya; y la caseta 185 donde Juan Eslava Galán tan bonachón como siempre firmaba cualquier libro que le pusieras delante.
Ha sido todo un honor conocer a la señora Concostrina, pues además de firmarme todos sus libros con un desparpajo y alegría inmensa, le acercó a su amigo y compañero Forges uno de los mios, para que me hiciera un pequeño dibujo... ¡madre mía un dibujo original de Forges en un libro hecho solamente para mi, menudo tesoro!


¡Que resalá es!

De ahí nos fuimos a la caseta donde Eslava Galán  moraba. Como siempre todo un placer estrecharle la mano y compartir un rato con él, aunque esta vez fuera pequeñito porque tuvo que salir rápidamente a coger un tren por una emergencia. Da igual, el haber charlado con él y que te haya firmado unos libros es toda una experiencia que solamente se da una vez... al año. Un abrazo muy fuerte para él.



Bueno... una tarde de lo más interesante y libresca. Toda una experiencia que da gusto realizar, y si te encuentras con algunos de tus autores favoritos, miel sobre hojuelas pues uno sale de allí sin saber si anda o si va flotando de la emoción que le embarga a uno. ¡Hasta el año que viene!

Buenas lecturas