Los personajes que coloquialmente conocemos como Benavides y Malospelos en realidad son los dos leones que actualmente presiden con su augusta y vigilante mirada la escalera del Congreso de los Diputados. Su nombre real son Daoiz y Velarde, héroes del 2 de Mayo de 1808, pero la gente prefiere llamarlos cariñosamente con los dos primeros nombres que antes mencionamos.
Son obra del escultor de cámara de Isabel II, Poncio Ponzano (1813-1877) y su realización tiene detrás una historia muy curiosa. Para hacer esta obra se utilizaron cañones de bronce capturados a los moros durante la Guerra de África de 1860, en la que tanto brillo el general Prim. Parece ser que nuestro escultor era un poco supersticioso y siempre se había negado a esculpir en mármol cualquier figura animal, pues creía que atraía la mala suerte. Pero en este caso no se pudo negar pues el encargo venía de muy arriba, en concreto de la mismísima reina. Así que con más pena que gloria se puso manos a la obra y comenzó a dar forma a las esculturas, pero el 15 de Septiembre de 1877 falleció de repente sin acabar el encargo quedando Benavides y Malospelos desamparados y sin padre, viendo con sus broncíneos ojos como se cumplía al pie de la letra los vaticinios del supersticioso escultor.