Seguramente conocerán a la Axarquía como un lugar que dio nombre a una batalla producida en las postrimerías de la Reconquista, en la que la codicia y la mala gestión de las tropas cristianas dieron la victoria a los musulmanes en 1483. Pero pocos sabrán que esta comarca, situada al oriente de Málaga, tiene una moneda propia que compite con orgullo y buena voluntad frente a la todopoderosa unidad monetaria europea.
Esta moneda llamada el axarco fue resucitada en 1988 por Antonio Gómez Burgos, natural de Vélez-Málaga, que influenciado por la tradición de sus ancestros pensó en crear a través del axarco una comarca unificada que no perdiera en ningún momento su identidad frente al olvido del progreso. Pero ¿qué es el axarco? Se trata de una moneda inspirada en el Al-Ándalus, que concedió El Zagal debido a la inflación y depreciación de la moneda y también como premio a la comarca que le había sido más fiel en las guerras intestinas que estaba sufriendo el reino de Granada y que poco a poco la estaban poniendo en bandeja a los Reyes Católicos. Esta moneda tuvo vigencia entre 1480 y 1490, y aunque su vida fue muy efímera quedó buen recuerdo de ella entre las gentes del lugar.
El valor del axarco esta determinado por su peso en plata. La moneda de mayor valor es de 20 gramos de plata, lo que equivale más o menos a 20 euros. Luego la siguen las de 10 euros, 4 (el axarquillo) y la más pequeña de 45 céntimos llamada coloquialmente como el miaxarquín. Pero también existen billetes. Este papel moneda consiste en cheques al portador que están respaldados por una cuenta bancaria en el actual Unicaja.
Ahora mismo se pueden ver numerosos carteles en la comarca que admiten el doble pago de productos en axarcos y euros. Dándose el caso curioso de que la moneda más utilizada en el interior de la Axarquía es el propio axarco. Tan importante es el valor sentimental de esta moneda que actualmente también es muy codiciada por los numismáticos que saben que en un futuro esta preciosa moneda tendrá un valor incalculable.