Arimnesto, el espartano de Platea, vive en un olivo. Desde allí ve venir las tropas persas comandadas por Mardonio con la ayuda de Demarato, el antiguo rey espartano. Demarato y Arimnesto: los dos lacedemonios, los dos alejados de Esparta, los dos exiliados a raíz de los hechos acaecidos el Eleusis, en la intervención que los del Peloponeso llevaron a cabo en contra de Atenas. Pero mientras que el primero ha sido alejado de su patria por manos humanas y ajenas, el segundo lo ha sido por manos divinas, acaso propias, en una búsqueda de sí mismo y de su destino; un camino marcado por los dioses.
Texto: Evohé