martes, 30 de abril de 2013

LOS SUIZOS DE BAILÉN

A lo largo de los siglos ha sido ha sido practica habitual que los países hayan utilizado tropas extranjeras en sus ejércitos siendo los mercenarios suizos uno de los más valorados. Así que nada tiene de extraño la aparición de estas tropas durante la Guerra de Independencia. En 1808 se contabilizaban en España un total de 6 de estos regimientos que durante la contienda se repartieron en ambos bandos, como ocurrió durante la batalla de Bailén (18 – 22 de Julio de 1808) Lo más curioso es que dos de ellos llevaban el nombre de Reding al igual que el famoso general Teodoro Reding, que era suizo de nacimiento. Uno de ellos, el de Nazario Reding era fiel a España mientras que el otro, el de Carlos Reding, lo era al ejército francés pues dos días antes, tentados por su prestigio y opciones de promoción, había decidido desertar. También existía otro regimiento suizo, el de Preux, que al igual que el anterior también se había pasado al enemigo.

En medio de la batalla, rodeados de fuego letal y un calor extremo, ambos regimientos, el de Carlos y el de Preux se encontraron con sus antiguos camaradas, y en vez de acometerse fieramente enviaron a sus oficiales a parlamentar para de este modo evitar un inútil derramamiento de sangre. Pero no se pusieron de acuerdo así que volvieron al combate, pero los de Carlos Reding y Preux al ver que el resultado de la batalla se inclinaba hacia el bando español volvieron de nuevo a desertar y unirse a las filas peninsulares. De este modo juntos, y en una épica cabalgada, derrotaron sin piedad a los franceses que estaban en ese sector del combate.