Aunque les
cueste imaginárselo no se trata del actor Nacho Vidal sino del mismísimo rey
Alfonso XIII. Al monarca le encantaba este incipiente género cinematográfico y
no dudó en encargar a una nueva productora, que curiosamente se llamaba Royal
Films, la creación de varias películas a lo largo de los años 20. Fueron
rodadas en el Barrio Chino de Barcelona, e incluso se sabe que el mismo Alfonso
XIII enviaba sugerencias y pequeños guiones a la Ciudad Condal para que fueran
interpretados por los actores. Estas películas luego eran enviadas al Palacio
Real y eran visionadas por el mismo rey o en otras sesiones por sus allegados.
Cuando se
produjo el exilio del monarca las películas quedaron en el olvido siendo
destruidas tiempo después durante el franquismo, que no veía con buenos ojos
este tipo de películas además de ser el género preferido de un rey de España.
Actualmente la Filmoteca de Valencia ha recuperado tres de estas joyas, El confesor, Consultorio de Señoras, El
ministro las cuales disfrutó Alfonso XIII a oscuras en las frías noches de
palacio.